El Gobierno de México, en conjunto con empresarios del sector gasolinero, ha establecido un acuerdo para fijar un precio máximo de 24 pesos por litro de gasolina, con el objetivo de proteger a los consumidores durante los próximos seis meses.
Este acuerdo será voluntario para los gasolineros y aplicará únicamente a aquellos que compren directamente de Petróleos Mexicanos (Pemex).
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La presidenta Claudia Sheinbaum ya había adelantado en febrero que el acuerdo buscaba evitar abusos por parte de los vendedores de combustible y que, más allá de fijar un precio máximo, se buscaba un acuerdo que no permitiera que los precios superaran los 24 pesos.
Además, señaló que, considerando la inflación, no habría aumento en el precio de la gasolina, e incluso podría haber una ligera reducción respecto a los precios de 2018.
Por ahora, el acuerdo solo aplica para la gasolina magna (verde), y no para la gasolina premium (roja) ni el diésel. El precio de la gasolina premium actualmente oscila entre los 24 y 26 pesos, dependiendo de la estación y la región.
Pemex, por su parte, está trabajando en un plan para asegurar que el precio de la gasolina no suba. El director de Pemex, Víctor Rodríguez, mencionó que la empresa se enfocará en la producción de gasolina, diésel y turbosina, y en evitar futuros 'gasolinazos'.
Además, se están rehabilitando las seis refinerías del país, con una inversión de 105 mil millones de pesos, para garantizar el abastecimiento interno. Las refinerías Olmeca en Tabasco y Deer Park en Texas también se llevarán a su máxima capacidad de producción.
Este plan busca garantizar que, a pesar de los desafíos, el precio de la gasolina no supere los 24 pesos por litro, beneficiando así a los consumidores y asegurando la estabilidad del mercado.