Con la llegada del buen clima, muchas personas buscan revitalizar su rostro y eliminar los signos del envejecimiento sin recurrir a procedimientos invasivos. Conoce los tratamientos más novedosos para estirar la cara y borrar las líneas de expresión sin cirugía
Actualmente, existen diversas alternativas para lograr un efecto lifting sin necesidad de pasar por el quirófano, brindando resultados inmediatos y naturales. Expertos en medicina estética recomiendan combinar varias técnicas para conseguir un equilibrio armónico en la piel y preservar la expresividad facial.
Tratamientos estéticos sin cirugía
Uno de los tratamientos más populares es la aplicación de toxina botulínica o bótox, que relaja los músculos responsables de las arrugas de expresión, suavizando líneas en la frente, el entrecejo y las patas de gallo.
Te podría interesar
Para quienes buscan un resultado más sutil, el baby bótox ofrece un efecto preventivo y natural, utilizando dosis reducidas para preservar la movilidad del rostro. Estos procedimientos tienen un costo aproximado de $3,000 a $7,000 pesos mexicanos por sesión y su efecto dura entre cuatro y seis meses.
Otra opción eficaz es el ácido hialurónico, ideal para restaurar el volumen facial y mejorar la hidratación de la piel. Se utiliza para corregir surcos profundos, redefinir el contorno del rostro e incluso mejorar el aspecto de los labios. Dependiendo de la cantidad aplicada y la zona tratada, su precio oscila entre $5,000 y $12,000 pesos mexicanos por sesión, con resultados que pueden mantenerse hasta un año.
Para combatir la flacidez, los hilos tensores representan una alternativa efectiva. Estos hilos reabsorbibles estimulan la producción de colágeno, brindando un efecto de tensado inmediato y progresivo. Su costo varía entre $10,000 y $20,000 pesos mexicanos según la cantidad de hilos y la zona tratada.
Ultrasonido
Por otro lado, la tecnología de ultrasonidos, como el tratamiento Ultherapy, ayuda a reafirmar la piel mediante ondas de energía focalizada. Este procedimiento no invasivo tiene un precio de $15,000 a $40,000 MXN y sus efectos pueden durar más de un año.
Los tratamientos para estirar la cara sin cirugía han evolucionado considerablemente, permitiendo lograr una piel rejuvenecida sin largos tiempos de recuperación. La elección del procedimiento dependerá de las necesidades individuales y del presupuesto disponible, siempre bajo la supervisión de un especialista en medicina estética.