La afirmación de que el CJNG intentó frenar investigación del asesinato del alcalde de Uruapan ha cobrado fuerza tras nuevas revelaciones de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
De acuerdo con Omar García Harfuch, el grupo criminal desplegó diversas maniobras para evitar que las líneas de investigación avanzaran y, sobre todo, para impedir que las autoridades lograran ubicar a quien habría ordenado el atentado.
CNJG intentó frenar investigación de Carlos Manzo
La estrategia incluyó la eliminación de dos participantes directos en el crimen: Fernando Josué “N” y Ramiro “N”. Ambos fueron localizados sin vida en la vía que conecta Uruapan con Paracho el 10 de noviembre.
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Según la SSPC, su muerte habría sido un intento deliberado de cortar cualquier vínculo que condujera a los mandos superiores de la operación. Sin embargo, un giro inesperado ocurrió al día siguiente, cuando los teléfonos de ambos individuos aparecieron en otro punto, intactos y operables, lo que abrió una nueva ruta de análisis.
Con esa información, los equipos de investigación lograron identificar patrones de comunicación, desplazamientos y órdenes transmitidas momentos antes, durante y después del ataque contra el presidente municipal Carlos Manzo.
Harfuch relató que Ramiro “N” actuaba como coordinador de campo, supervisando a los ejecutores, transmitiendo videos desde el sitio y ordenando la eliminación de mensajes comprometedores. Su historial lo vinculaba previamente con actividades de adiestramiento en armas y control interno de la célula criminal.
A su vez, Fernando Josué “N” y Víctor Manuel “N” siguieron instrucciones directas de Ramiro, quien respondía a la figura conocida como “El Licenciado”, señalado como autor intelectual.
Identifican conexiones
La reconstrucción minuto a minuto del operativo, incluidos videos enviados al grupo y reportes sobre la ubicación del alcalde durante un evento público permitió perfilar responsabilidades jerárquicas y sustentar órdenes de aprehensión.
Las autoridades federales concluyeron que, gracias a los dispositivos recuperados, fue posible identificar conexiones que el grupo criminal había intentado borrar, lo que fortaleció la ruta para detener a “El Licenciado” y consolidó las pruebas en torno a cómo el CJNG intentó frenar investigación del asesinato del alcalde de Uruapan.
