El dólar inició con una ligera pero simbólica alza que colocó el tipo de cambio interbancario en 18.44 pesos por billete verde, un incremento aproximado del 0.13 % que llega justo después de una jornada atípica, el feriado por el Día de la Revolución Mexicana, cuando la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) permaneció cerrada y la liquidez del mercado operó prácticamente en piloto automático, sin sobresaltos pero tampoco con capacidad de reacción.
La pausa bursátil del lunes dejó al peso congelado en una especie de compás de espera y hoy el mercado vuelve a la actividad con una mezcla de cautela, especulación y atención absoluta a lo que ocurra en Estados Unidos.
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La cotización en 18.44 pesos no es un salto abrupto, pero sí una señal de que el mercado se está reacomodando tras 24 horas de inactividad, un momento en el que incluso un movimiento pequeño puede anticipar tensiones mayores.
Detrás de esta calma hay un factor clave, los próximos datos laborales en Estados Unidos, los cuales podrían cambiar la dirección del dólar en cuestión de minutos. Si los reportes muestran un empleo sólido, la Reserva Federal podría mantener una postura rígida, fortaleciendo al billete verde y presionando al peso mexicano.
En ventanilla bancaria, mientras tanto, el dólar ronda niveles cercanos a los 18.80 – 18.84 pesos, dependiendo de la institución, un margen habitual cuando el interbancario muestra estabilidad pero no certeza. Para viajeros, importadores y empresas con operaciones en dólares, el mensaje es claro, el tipo de cambio se mantiene navegando en aguas relativamente estables, pero el viento puede cambiar de dirección en cualquier momento.
Mientras el país regresa a su actividad normal tras el feriado, la pregunta no es si el peso está fuerte o débil, sino cuánto durará este equilibrio. El día empieza con calma pero es la clase de calma que los mercados financieros suelen leer como una señal de que algo está a punto de moverse. Y ese movimiento, aunque pequeño, podría cambiarlo todo.
