La ex Primera Dama de Nuevo León, Adalina Dávalos Martínez, denunció públicamente que durante años vivió intimidación, control y desvalorización en su matrimonio con el exgobernador Jaime Rodríguez Calderón, ‘El Bronco’. Su pronunciamiento se da en medio de la disputa legal por una propiedad ubicada en el municipio de García, la cual derivó en denuncias penales entre ambas partes.
En un comunicado, Dávalos señaló que la confrontación no se limita a definir quién se queda con el domicilio en la calle Morelos, sino que responde a un contexto más amplio que, asegura, estuvo marcado por violencia emocional y miedo durante su relación.
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La ex del político destacó las acciones de violencia y desvalorización ejercidas por Jaime Rodríguez durante el matrimonio, al que finalmente pusieron fin en febrero del 2025.
Durante muchos años guardé silencio frente a una serie de acciones de violencia, control y desvalorización (…) Ese silencio no fue indiferencia, fue el resultado de vivir bajo el peso de la intimidación, del miedo y del poder
La exesposa del exmandatario afirmó que no está reclamando bienes materiales, sino su derecho y el de sus hijos a ser reconocidos tras años en una relación carente de respeto y sensibilidad.
No estoy reclamando lo que no me corresponde; estoy reclamando el derecho a que se reconozca el esfuerzo, la entrega y la vida compartida (…) detrás de las apariencias hay una familia que no ha sido tratada con la sensibilidad que merece
El conflicto escaló tras la denuncia presentada por Rodríguez Calderón el pasado 2 de noviembre, en la que acusó a Dávalos de presunto despojo y de haber retirado documentos oficiales, dinero en efectivo y objetos de valor. En respuesta, ella aseguró que el fondo de la batalla legal es completamente distinto.
Dávalos acusó al exgobernador de ocultar propiedades y evadir responsabilidades, asegurando que su postura se basa en la protección de sus hijos y en la búsqueda de justicia.
Este asunto no se trata de una pelea por una casa, sino de un acto de dignidad, de justicia y de protección hacia mis hijos, frente a quien prefiere ocultar bienes antes que reconocer las consecuencias de sus actos
Añadió que reducir el caso a una disputa patrimonial es invisibilizar el contexto de violencia y abandono que asegura haber cargado en silencio durante años.
Reducir esta situación a una disputa por un bien material es una forma de borrar el contexto de abandono y violencia que hemos enfrentado mis hijos y yo