El vuelo de la aerolínea Volaris, identificado como VOI3382, que partió ayer por la mañana de Tijuana con destino a Veracruz, tuvo que aterrizar de emergencia en Monterrey luego de que un pasajero mostrara una actitud agresiva presuntamente derivada de un conflicto familiar, aclaró la aerolínea a El Mañana de Nuevo Laredo.
El incidente se reportó minutos antes de las 21:00 horas, lo que generó una rápida movilización de la Guardia Nacional y personal de seguridad privada del aeropuerto, quienes se concentraron en la Terminal A, cerrada temporalmente durante algunos minutos.
A través de sus redes sociales, el Aeropuerto Internacional de Monterrey confirmó el hecho y detalló que el aterrizaje se realizó para aplicar los protocolos de seguridad establecidos en casos de emergencia aérea, garantizando así la integridad de todos los pasajeros.
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Se activaron los procedimientos de emergencia para atender el vuelo proveniente de Tijuana con destino a Veracruz, las autoridades aeroportuarias se encuentran atendiéndolo.
En un primer momento, circuló la versión de que se trataba de una amenaza de bomba, sin embargo, autoridades aeroportuarias aclararon más tarde que la situación fue provocada por un pasajero con comportamiento agresivo, vinculado a un conflicto personal.
También la aerolínea Volaris explicó lo sucedido a El Mañana de Nuevo Laredo.
"Volaris informa que el vuelo 3382, que partió de Tijuana rumbo a Veracruz, aterrizó en la ciudad de Monterrey debido a la presencia de un cliente que no acató las indicaciones de seguridad de la tripulación y se comportó de manera disruptiva hacia sus acompañantes y la tripulación.
"El pasajero fue controlado por sus acompañantes y la tripulación. El reporte del capitán confirma que en ningún momento estuvieron en peligro los pasajeros, la tripulación ni la aeoronave.
"No obstante, siguiendo los protocolos establecidos, al presentarse esta situación, el avión procedió a cambiar su ruta al aeropuerto alterno más cercano. Al aterrizar en Monterrey, el avión fue atendido con diligencia y prontitud por las autoridades locales y elementos de la Guardia Nacional, mismos que procedieron a la detención del pasajero disruptivo.
"Todos los pasajeros y la tripulación se encuentran bien. En estos momentos Volaris trabaja para que los pasajeros puedan llegar a su destino final lo más pronto posible. Para Volaris, la seguridad de nuestros Clientes, tripulantes y equipo es lo más importante", compartió en un correo electrónico.
La Fuerza Civil de Nuevo León confirmó posteriormente que se trató de un conflicto familiar, descartando cualquier riesgo mayor o amenaza al vuelo. El individuo fue controlado por el personal de seguridad y la tripulación, quienes actuaron conforme a los lineamientos de seguridad aérea.
Tras unos minutos, la situación fue controlada y las operaciones del aeropuerto se reanudaron con normalidad. No se registraron personas lesionadas ni daños materiales, y el resto de los pasajeros pudo continuar su itinerario con apoyo del personal de Volaris.
Se trató exclusivamente de un caso de agresividad individual relacionada con temas personales o familiares. No hubo afectación a terceros.
Con ello, el Aeropuerto Internacional de Monterrey reiteró su compromiso con la seguridad y tranquilidad de los viajeros, destacando la coordinación entre las autoridades federales y locales ante emergencias de este tipo.