La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, abordó la reciente imposición de un arancel a los vehículos pesados anunciado por Estados Unidos, el cual entrará en vigor el próximo 1 de noviembre y podría afectar significativamente a la exportación mexicana de este tipo de unidades.
Sheinbaum explicó que el gobierno mexicano está trabajando para encontrar una solución antes de que el gravamen se active. Señaló que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, mantiene conversaciones con su contraparte estadounidense, Howard Lutnick, con el objetivo de alcanzar un acuerdo que minimice el impacto económico para México.
Lo que se anunció ayer no es a México, es a todo el mundo. El arancel de los vehículos pesados no es para México; obviamente a México le afecta más porque tenemos exportación de vehículos pesados.
Sheinbaum destacó que, aunque la medida tiene alcance global, México es particularmente sensible debido a su importante papel como exportador de vehículos pesados hacia el mercado estadounidense.
Por ello, el gobierno busca asegurar canales de diálogo directo y efectivo con Estados Unidos para proteger a la industria nacional y a los empleos vinculados a este sector.
Además, la presidenta enfatizó la disposición de su administración a emplear negociaciones diplomáticas y económicas, incluyendo la posibilidad de una llamada directa con el presidente Donald Trump, para garantizar que se alcance un acuerdo antes de la entrada en vigor del arancel.
Esta estrategia forma parte de los esfuerzos del gobierno mexicano para mantener la competitividad de sus exportaciones y minimizar afectaciones a la economía nacional.
La negociación busca asegurar que la industria de vehículos pesados continúe siendo un motor clave de crecimiento y empleo en el país.