Jesús Miguel, estudiante de Derecho en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), enfrenta múltiples señalamientos tras supuestamente evadir el pago en restaurantes utilizando un engaño: fingir que atiende una llamada urgente para salir y no regresar.
Pero dicha práctica habría ocurrido en al menos dos establecimientos de la ciudad de Puebla, por lo que ya fue evidenciado en redes sociales.
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¿Cómo ocurrieron los hechos?
Usuarios y víctimas detallan que el joven acudió al Santoúa Gastrobar, situado en el Centro Histórico, donde dejó el lugar sin liquidar la cuenta.
Otro incidente similar se reportó en el restaurante La Churrasca, en Huexotitla: allí Jesús Miguel habría encargado comida con un compañero y, tras consumirla, afirmado que debía atender una llamada urgente para retirarse. En ese caso, el acompañante quedó con la deuda.
“Para que no me esperaste, te dije que era una urgencia y ahorita regresaba”, dijo Jesús Miguel en un audio enviado a uno de sus compañeros tras el abandono en el restaurante.
Cabe destacar que los señalamientos no solo provienen de los establecimientos comerciales, sino también de allegados, quienes denuncian que Jesús Miguel ha invitado a amigos a comer en locales de lujo y dejado la cuenta para otro.
Posibles consecuencias legales
El Código Penal Federal contempla la figura de estafa en situaciones en que una persona obtiene un provecho indebido mediante engaño. En este caso, abandonar un restaurante sin pagar podría ser considerado delito si se demuestra que nunca existió la intención de cubrir la cuenta.
De confirmarse la acusación, Jesús Miguel podría enfrentar sanciones que incluyen multas y hasta prisión, dependiendo del monto involucrado y otros factores como premeditación.
Reacciones en redes
Tras viralizarse los casos, usuarios en redes sociales identificaron al joven como “el que se va sin pagar” y lo alertaron a locales de comida de Puebla. En plataformas como Facebook e Instagram, se compartieron videos y fotografías que lo captan saliendo de restaurantes antes de pagar.
Algunos restaurantes ya están revisando cámaras de circuito para identificar al presunto responsable y evitar que siga operando con ese método.