Autoridades federales mantienen retenidos dos buques tanque extranjeros en los puertos de Topolobampo, Sinaloa, y Guaymas, Sonora, tras descubrir que transportaban cargamentos de drogas ocultos entre mercancías legales.
Las investigaciones buscan determinar las redes de complicidad que permitieron el ingreso de estas sustancias al país.
En Topolobampo, el buque "Nordseine", con bandera de Portugal, fue detenido el pasado 21 de septiembre. Aunque oficialmente transportaba 18 mil toneladas de fertilizante para la empresa Yara, en las grúas del barco se encontraron cargamentos de cocaína. El buque había cruzado el Canal de Panamá a principios de septiembre y posteriormente atracó en Manzanillo antes de dirigirse a Sinaloa.
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Mientras tanto, en el puerto de Guaymas, el buque "BW Wren", con bandera de Singapur, fue intervenido el 1 de octubre al detectarse que transportaba presunta metanfetamina líquida en varios contenedores. El tanquero, que reportó una carga de 148 mil litros de gasolina, tenía capacidad para almacenar más de 51 millones de litros de combustible, lo que generó sospechas sobre la discrepancia en las cantidades.
La agencia naviera Navecopa, representante del "BW Wren", modificó repetidamente la cantidad de mercancía a descargar y el puerto de destino, según consta en los registros oficiales. Esta empresa forma parte de "Tramitadora del Pacífico", socia de "Tampico Terminal Marítima", compañía actualmente investigada por la Fiscalía General de la República (FGR) por su presunta participación en el contrabando de combustible.
Ambos casos revelan la sofisticación de las redes del narcotráfico para utilizar empresas navieras y buques de bandera extranjera en el transporte de drogas, aprovechando la complejidad del comercio marítimo internacional para ocultar sus cargamentos ilícitos.