La temporada de ciclones y lluvias en México se encuentra en su fase final, la cual concluye oficialmente el 30 de noviembre, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
Sin embargo, durante los meses de octubre y noviembre, las condiciones atmosféricas continuarán siendo lluviosas, por lo que se prevén precipitaciones significativas en diferentes regiones del país.
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Esta temporada inició el 15 de mayo en el océano Pacífico y el 1 de junio en el Atlántico. Desde entonces, las lluvias se han mantenido constantes, superando incluso los promedios esperados en algunos estados.
Gracias a ello, varias presas de agua han recuperado hasta el 100% de su capacidad de almacenamiento, un dato positivo frente a temporadas anteriores.
A pesar de estos beneficios, las lluvias intensas han generado afectaciones en varias ciudades y poblaciones, provocando inundaciones que han dañado viviendas e infraestructura, lo que ha dado la sensación de que la temporada ha sido más larga de lo habitual.
Expertos del SMN y Cenapred explican que la temporada se mantiene dentro de los rangos normales, pero se ha visto influenciada por un fenómeno El Niño-La Niña neutrales, que ha incrementado la actividad ciclónica y la frecuencia de tormentas tropicales en ambos litorales del país.
El fenómeno de El Niño suele afectar el noroeste, norte y parte del centro de México, mientras que La Niña impacta más la región central-sur. Esta combinación ha generado lluvias intensas, que podrían continuar afectando el país durante los próximos dos meses.
Aunque la temporada de ciclones se acerca a su cierre oficial, las lluvias continuarán activas hasta finales de noviembre, con la posibilidad de eventos intensos que mantendrán a la población y autoridades en alerta.