En México existen vías y rutas que merecen el respeto de quienes las conduzcan, pues por sus enredadas curvas, penumbra total o dificultad a ser sorteadas pueden llegar a poner en aprietos a los traileros, expertos navegantes del asfalto que se enfrentan a diversos retos por la naturaleza de su oficio.
Cualquiera podría llegar a pensar que los traileros por su oficio están curtidos y listos para afrontar cualquier desafío, pero incluso los operadores más experimentados han destacado que algunas de las carreteras o tramos asfaltados de México son de cuidado y difíciles de sortear.
Las siguientes autopistas demandan a los conductos tener nervios de acero y la mayor atención al detalle para cumplir con su trabajo sin accidentes y de la mejor manera.
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Las carreteras más temidas por los traileros
Las siguientes vías han sido testigos de gran cantidad de accidentes por descuidos y desatender el camino.
- El Espinazo del Diablo
Por su nombre es fácil darse cuenta que se trata de una vía desafiante para los camineros, pues no en vano el Espinazo del Diablo comparte nombre con una película de terror del reconocido director de cine mexicano Guillermo del Toro.
El Espinazo del Diablo es una carretera con muchas curvas y barrancos de la Sierra Madre Occidental de los estados de Sinaloa y Durango al noreste de México.
- Rumorosa
De Mexicali a Tecate, Baja California, es otra de las autopistas mexicanas que compromete a los traileros a poner en juego su experiencia e incapaz de perdonar cualquier error al volante.
Su nombre proviene del sonido que ocasiona el viento cuando impacta y corta contra las múltiples formaciones rocosas, ocasionando ese ruido característico que evoca un susurro.
- La Zona del Silencio
Localizada es un área del Bolsón de Mapimí, ubicada entre los estados de Durango, Chihuahua y Coahuila, zona envuelta de cientos de leyendas, rumores y anécdotas. Circular la Zona del Silencio de bajo la luz del sol no supone ningún reto, pero en la noche es otra historia.
En la Zona del Silencio las señales de radio no funcionan y las brújulas se descolocan, haciendo aún más aterradora esta vía.