La tormenta tropical Helene está a punto de convertirse en huracán, ya que por el momento camina hacia aguas tranquilas, que son como gasolina para los ciclones tropicales. Se convertiría al pasar por la península de Yucatán, y luego se desviará hacia el Golfo de México, continuando su recorrido hasta Florida.
Ayer por la tarde, Helene se encontraba cerca de Cancún, México, con vientos máximos sostenidos de 72 kilómetros por hora (45 millas por hora), pero se tiene previsto que se fortalezca, posiblemente hasta convertirse en un huracán de categoría 3 para el jueves por la tarde, y es probable que pase por el Golfo de México hacia Florida, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
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Los pronósticos
Las aguas sumamente cálidas del Golfo de México funcionan como combustible para los huracanes debido a que ayuda a que el agua se evapore más rápido, lo que produce más lluvias. La temperatura general de las aguas del Golfo de México es de 29 grados Celsius (84 grados Fahrenheit), ligeramente más caliente que el promedio, lo que significa que la tormenta adquirirá más fuerza.
Helene se fortalece a su paso por las costas del estado de Quintana Roo, con vientos de hasta 110 km/h, con rachas de 140 km/h, según informó Conagua en X, la cuenta oficial del Servicio Meteorológico de México.
Se trata de la octava tormenta en la temporada de huracanes en el Atlántico, la cual será una de las más fuertes. El meteoro ha levantado las alertas en Cancún, Yucatán, Cuba y en toda la costa del estado de la Florida en Estados Unidos.