Renee Sánchez, una abuelita de Scottsdale (Arizona), vivió uno de los momentos más agobiantes de su vida, debido a que su nieta, de 20 meses, quedó atrapada dentro de su Tesla Model Y después de que la batería del vehículo se agotara, creando una situación crítica, debido a las altas temperaturas de la región.
Era imposible sacar al bebé sin romper el cristal del coche, ya que los bomberos tampoco sabían cómo abrir este modelo de la marca californiana. Tal vez Tesla y otras marcas que han eliminado la llave física, deberían reconsiderar sus métodos de apertura en situaciones de emergencia. Recordemos que los Tesla se abren con una tarjeta o desde la app.
Los Tesla sin batería, pueden abrirse fácilmente desde dentro, excepto si eres un bebé. Renee Sánchez, de Scottsdale (Arizona), iba a llevar a su nieta de 20 meses al zoológico de Phoenix. La subió al coche, la aseguró en su sillita infantil y cerró la puerta. Entonces comenzó su pesadilla: la batería de 12V del Tesla, que alimenta los sistemas eléctricos, se había agotado.
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Sánchez entró en pánico al ser incapaz de abrir el coche con la app o la tarjeta. Tampoco pudo hacerlo accionando las manetas. A diferencia de otros coches, los Tesla no tienen llave física para usar el sistema mecánico en lugar del cierre centralizado.
Desesperada, Sánchez llamó a emergencias. Una unidad de bomberos acudió rápidamente y, al ver el coche, dijeron: "Uy, es un Tesla, no podemos abrir estos coches". Finalmente, rompieron la ventanilla, precintándola previamente para evitar que los cristales cayeran al interior. Así pudieron acceder al habitáculo y sacar al bebé, que llevaba llorando largos minutos.
En teoría, los Tesla dan hasta tres avisos cuando la batería de 12V está a punto de agotarse, pero según el servicio de asistencia de Tesla, esto no ocurrió en el caso del Model Y de Sánchez.
Cuando la batería de un Tesla se agota, hay dos maneras de abrir las puertas. La más sencilla es desde el interior: hay una palanca en la puerta junto a los botones de los elevalunas o en el bolsillo en el caso de los asientos traseros. Esta es la forma de abrir las puertas cuando no funcionan los botones de apertura del cierre eléctrico. Sin embargo, muchos usuarios desconocen ambos métodos, y un bebé de 20 meses no tiene la capacidad para entender estas instrucciones, ni la fuerza para accionar la palanca.
Desde afuera, la única opción es abrir el capó delantero para acceder a la batería y cargarla o sustituirla. Esta operación requiere un pequeño acceso desde el frontal y un cargador portátil con pinzas.
Lo que le pasó a Sánchez, puede ocurrir con cualquier coche con cierre centralizado electrónico. Normalmente, si la batería del coche o del mando de la llave se agota, se puede abrir con una llave física quitando el embellecedor de la maneta. El problema surge con coches sin llave física.
Si esto ocurre con un bebé o niño en el interior de un coche aparcado al sol, puede ser mortal, especialmente en verano. El habitáculo de un coche puede alcanzar los 50ºC en media hora debido al "efecto invernadero": la radiación de onda corta entra por las ventanillas y calienta rápidamente el vehículo. El cuerpo de un niño se calienta mucho más rápido que el de un adulto, y en pocos minutos puede llegar a 40ºC o 41ºC. A los 42ºC, sus órganos internos pueden comenzar a fallar.