Cuando hablamos de electricidad para nuestra casa, lo primero en lo que pensamos son los focos, pero, elegir el tipo de foco puede ser clave a la hora de pagar el recibo de luz y la calidad que disfrutas en tu hogar.
Hay dos tipos que se han colocado como los favoritos de la gente: focos LED y focos ahorradores, teniendo cada uno sus pros y sus contras. Pero ¿cuál es la mejor opción realmente?.
Focos ahorradores
También conocidos como CFL, los focos ahorradores han sido una gran opción durante mucho tiempo. gracias a su eficiencia energética y larga vida util.
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Ventajas
Consumen menos energía que los focos incandescentes tradicionales, lo que puede traducirse en ahorrar mucho dinero a la hora de que te llega el recibo de la luz.
Los focos ahorradores tienen una vida mucho más larga, lo que significa menos cambios de los mismos y menos gastos a largo tiempo.
En general, los focos ahorradores son más baratos que los focos LED, lo que los hace una mejor opción para aquellos que buscan ahorrar dinero en cuanto a iluminación se refiere.
Focos LED
Los focos LED, o Light Emitting Diode han venido a darle la vuelta al mundo el mundo de la iluminación con su eficiencia energética, larga vida útil y calidad de luz superior.
Ventajas
Son los líderes indiscutibles en eficiencia energética, con hasta un 80% menos de energía que los focos incandescentes y ofreciendo un ahorro significativo en costos de electricidad a largo plazo.
Vida útil
Pueden durar hasta 25 veces más que los focos incandescentes y hasta 10 veces más que los focos ahorradores, lo que significa menos reemplazos y menos residuos generados a lo largo del tiempo.
Una luz superior
Este tipo de focos produce una luz de mucha mejor calidad, ideales para cualquier tipo de ambiente, ya sea en tu casa u oficina, además los espacios comerciales.
Al final lo que más importa es tomar una decisión 100% informada y ver no solo los precios iniciales, también el tipo de ahorro que se generará a largo plazo.