Recientemente, autoridades del gobierno federal dieron a conocer que los gatos que viven en el Palacio Nacional, ahora serán calificados como 'activos fijos' como parte del inventario del histórico edificio por lo cual, recibirán presupuesto para su alimentación y cuidado de por vida.
Esto convirtió a los más de 15 felinos en los primeros animales en la historia del país en recibir este reconocimiento.
Fue Adriana Castillo Román, la directora General de la Conservaduría de Palacio Nacional y Patrimonio Cultural, quien anunció este reconocimiento durante una entrevista exclusiva concedida a un medio de alcance nacional.
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Somos la primera institución pública en la que los animales son parte del inventario, son considerados activos fijos vivos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Esto garantiza que, incluso después de que no estemos aquí, los gatos seguirán siendo cuidados.
¿Quiénes son los gatitos que habitan el Palacio Nacional?
Son alrededor de 19 mininos que desde hace aproximadamente dos décadas, recorren los jardines de este recinto. Tienen nombres muy diversos como Ámbar, Panza, Carrusel, Bombonetes, Jazz, Godín, Sol, Canela, Capulín, Pecas y Zeus, quien se hizo famoso luego de que se diera a conocer su fallecimiento hace unas semanas.
Según informes, estos gatos fueron llevados al recinto para combatir la presencia de ratones y palomas. Sin embargo, con el tiempo, estos felinos se reprodujeron y se convirtieron en una parte arraigada de la comunidad del edificio gubernamental.
Los gatos del Palacio Nacional tienen una dieta especial
El cuidado de los gatos en Palacio Nacional es responsabilidad compartida entre la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Todos los gatos del Palacio Nacional reciben una dieta especial y está prohibido que los visitantes les den comida, especialmente croquetas. Además, reciben atención veterinaria regular y son atendidos y mimados diariamente por los trabajadores del lugar.