Las naciones vecinas de México y Estados Unidos otorgaron su consentimiento a la Minuta 331 de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, CILA, en relación con la administración del agua del río Bravo.
A través de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, CILA, se comunicó que este convenio otorga a México capacidad y adaptabilidad para realizar los desembolsos quinquenales del vital líquido que fueron establecidos en el previo acuerdo de aguas entre Estados Unidos y México de 1944.
Una característica fundamental permitirá a México emplear las herramientas en cualquier instante para disminuir o evitar déficits en las suministraciones hídricas a Estados Unidos, siempre y cuando exista un acuerdo esta nación.
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, festejó la firma de este pacto, celebrando la “cooperación histórica para resolver los desafíos compartidos”.
“Junto con ser los principales socios comerciales en el mundo y de compartir profundos lazos culturales y familiares, Estados Unidos y México también comparten importantes recursos naturales en la cuenca del río Bravo”, expresó el representante estadounidense.
Afirmó que es este acuerdo establece el compromiso de ambas naciones por administrar los recursos acuáticos de forma responsable y sostenible, de tal manera que satisfaga de manera más efectiva las demandas de los usuarios agrícolas, las comunidades y el entorno natural en ambas partes de la frontera común.
“Este es un gran paso hacia una colaboración binacional más fuerte, donde ambos países trabajan para atender las necesidades de los usuarios agrícolas, las comunidades y el medio ambiente en ambos lados de la frontera”, destacó Ken Salazar.