El gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta Mier, impulsa una propuesta controvertida: la castración química como medida punitiva para agresores sexuales en la entidad.
Armenta busca que Puebla se convierta en el primer estado en México en aprobar esta sanción, una iniciativa que ya había presentado hace cinco años en el Senado de la República, pero que en aquel entonces fue rechazada bajo el argumento de que violaba los derechos humanos de los implicados. Ahora, como gobernador, planea promover la medida a nivel local.
Castración química en Puebla
Durante una conferencia de prensa, Armenta explicó su intención de llevar al Congreso poblano la iniciativa, justificándola como una acción contra quienes cometen actos de violencia sexual, especialmente hacia mujeres y niños.
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A pesar de posibles críticas, el gobernador electo se muestra decidido a establecer un castigo que, en su opinión, va más allá de las limitaciones del sistema penitenciario actual. “Voy a proponer desde Puebla la castración química contra los delincuentes sexuales”, afirmó con determinación.
Armenta también aclaró en qué consiste este método. Señaló que, en contra de lo que algunos piensan, no implica una intervención física agresiva, sino una inyección que reduce la libido del agresor, disminuyendo su deseo sexual. “No se trata de usar un machete ni ninguna herramienta violenta.
Es una inyección con un químico que disminuye la libido”, detalló el gobernador electo, buscando desmitificar el término “castración química” y disipar cualquier idea de violencia física.
Vamos a llamarlo castración, para que se asusten un poco
Además, Armenta argumentó que esta medida sería más efectiva que el encarcelamiento convencional, ya que el confinamiento por sí solo no siempre logra limitar los impulsos de quienes han cometido este tipo de delitos.
Con esta medida, aseguró, se espera reducir las reincidencias. El gobernador poblano resaltó la importancia de implementar nuevas estrategias que generen un efecto disuasivo real en la sociedad.