La Fiscalía General de Puebla detuvo a Verónica, de 49 años, quien al encontrar un iPhone que se encontró, quiso devolvérselo a su dueño, pero fue acusada de secuestrar al mismo, además alega que fue torturada por los agentes que llevaron a cabo la investigación. Consiguió un amparo mediante sus abogados y fue liberada.
El 18 de octubre Verónica se encontró un celular en unas canchas del Fraccionamiento Santa María, luego de eso decidió llamar a la madre del dueño del celular, pero esta no le dijo que su hijo estaba secuestrado.
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“Mi hija dijo: Siri, llámale a mamá, y entró la llamada a la mamá, esa llamada me perjudicó demasiado porque cuando hablé con la mamá le dije: señora, buenas noches, tengo el teléfono de su hijo, yo me lo encontré, sí señora guárdemelo, sí señora mañana se lo entrego. Le di mi nombre, mi dirección y estaba el teléfono prendido porque sabía que iban a tener la ubicación y dije en cualquier momento van a tener la ubicación y van a venir, nunca llegó esa llamada de la mamá”.
Así la detuvieron
Policías ubicaron la dirección de Verónica a través del GPS del teléfono perdido, por lo que asumieron que ella tenía que ver con el secuestro del dueño del aparato. Un operativo de la Fiscalía de Secuestro y Extorsión detuvo a Verónica mientras se encontraba trabajando.
“Yo alcancé a ver cómo el hombre se estaba poniendo guantes para no dejarme marcada, yo agachada porque me taparon la cara agachada, y ahorita te va a ir de la chingada, me pusieron una bolsa en la cabeza, me empezaron a golpear, me golpearon en el estómago, sí me torturaron. Pasó el rato de tortura y me dijeron habla dónde están tus cómplices, yo no podía decir nada por qué no sé nada, yo solo me encontré un teléfono, toda la evidencia está en mi teléfono, miren, yo le hablé a la mamá, les puede decir, le di mi nombre”, les explicó.
¿Es una injusticia?
Verónica estuvo detenida 48 horas en Puebla y el Ministerio Público no encontró ninguna prueba que la vinculara con el secuestro. Pudieron corroborar la versión de que se encontró el teléfono tirado en la calle y solo actúo de buena fe. El 21 de octubre pasado fue dejara en libertad.
La Fiscalía no ha fijado una postura por los actos de tortura contra la víctima, tampoco se sabe el estado del hombre secuestrado y propietario del iPhone.