El acné, una afección común de la piel, ha sido durante mucho tiempo el centro de numerosos mitos y desinformación. Sin embargo, es crucial desmentir estas ideas equivocadas para enfrentar correctamente el problema y optar por los tratamientos más efectivos.
Aunque suele asociarse exclusivamente con adolescentes, la realidad es que afecta a personas de todas las edades, con una prevalencia mundial del 20.5%.
Los nuevos métodos contra el acné
En México, alrededor del 80% de la población ha tenido acné en algún momento, y hasta un 5% desarrollará lesiones severas.
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Uno de los mitos más comunes es que el acné es producto de una mala higiene. En realidad, el exceso de limpieza puede agravar la situación, ya que el aseo excesivo puede irritar la piel y aumentar la producción de sebo.
Además, se suele pensar que el maquillaje está prohibido, cuando en realidad los productos no comedogénicos pueden ser usados sin problemas.
Otro mito es que la exposición al sol puede curar el acné; si bien la inflamación puede disminuir temporalmente, el acné suele rebrotar con mayor intensidad tras la exposición prolongada.
Medicamentos efectivos
En cuanto a los tratamientos, los más conocidos incluyen antibióticos tópicos y orales, y la isotretinoína, un potente medicamento que reduce la producción de sebo.
Sin embargo, estos tratamientos tradicionales tienen efectos secundarios como sequedad, irritación y molestias gástricas. La isotretinoína, aunque efectiva, está asociada a restricciones como evitar el alcohol y el embarazo, lo que limita su uso.
Afortunadamente, los avances recientes han abierto nuevas posibilidades de tratamiento. Un láser especializado ha demostrado reducir la actividad de las glándulas sebáceas en tan solo tres sesiones, ofreciendo una solución eficaz para quienes no han logrado resultados con los métodos convencionales.
Este tratamiento innovador promete un control duradero del acné, manteniendo sus efectos hasta por dos años, y ofrece esperanza a quienes padecen este mal.