En un triunfo notable para la conservación de la fauna y la regeneración ecológica, el bisonte americano (Bison bison) está experimentando un renacimiento en México, marcando un hito en los esfuerzos por devolver a esta majestuosa especie a su hábitat natural.
Este imponente mamífero, una vez al borde de la extinción, ahora está recuperándose a pasos agigantados gracias a programas de reintroducción cuidadosamente planificados.
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Bisontes en México
Históricamente, el bisonte americano poblaba vastas extensiones desde las planicies canadienses hasta la frontera entre México y Estados Unidos.
Sin embargo, la caza desmedida, motivada en parte por la expansión de los europeos en América del Norte, llevó a una dramática disminución en sus números. Según Rurik List, investigador de Ciencias Ambientales en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), las poblaciones de bisontes disminuyeron de aproximadamente 30 a 60 millones a menos de 1000 individuos a fines del siglo XIX.
En Estados Unidos, la reducción de las poblaciones de bisontes fue utilizada como una forma de subyugar a las comunidades nativas americanas, para las cuales este animal es fundamental en su cultura y cosmovisión.
Sin embargo, a través de esfuerzos de conservación y caza responsable, diversas comunidades lograron salvar a la especie del borde de la extinción, reconociendo su importancia ecológica y cultural.
Chihuahua y Coahuila
En México, la presencia del bisonte americano se había limitado mayormente a ranchos donde eran criados para carne, sin cumplir completamente sus funciones ecológicas en el ecosistema.
En 2009, se dio un paso significativo con la introducción de una manada de 23 bisontes donados por el Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos en la Reserva de la Biósfera Janos, Chihuahua. Esta población creció a 200 individuos para el año 2020.
Desde 2020, un programa liderado por la empresa cementera Cemex en Coahuila ha contribuido aún más al restablecimiento de la especie en México.
La reserva de 140 mil hectáreas en El Carmen, Coahuila, alberga aproximadamente 40 mil hectáreas de hábitat para los bisontes. Con el nacimiento de la segunda generación, la población en Coahuila ha alcanzado los 94 individuos, una cifra que se espera que continúe aumentando con el tiempo.
Regenerador se sistemas
La reintroducción del bisonte americano en México no solo tiene implicaciones para la conservación de esta majestuosa especie, sino que también desempeña un papel crucial en la regeneración del ecosistema.
Estos grandes mamíferos contribuyen de múltiples maneras, desde la poda de pastos que beneficia a otras especies vegetales hasta la dispersión de semillas a través de sus heces.
Además, la muerte natural de los bisontes proporciona beneficios ecológicos al servir como alimento para carroñeros como lobos, osos grises y pumas.
El ciclo completo de la vida del bisonte americano, desde su alimentación hasta su muerte, juega un papel integral en el equilibrio del ecosistema.
Una especie majestuosa
El exitoso regreso del bisonte americano a México es una historia de resiliencia, cooperación y compromiso con la conservación de la biodiversidad.
Este logro no solo celebra el renacimiento de una especie majestuosa, sino que también destaca la importancia de preservar y restaurar las conexiones ecológicas para garantizar la salud a largo plazo de nuestros ecosistemas.