De acuerdo a Francisco Bustamante, presidente de Agua en México, arriba de 40 millones de mexicano están en peligro de contraer una enfermedad a causa del consumo de agua contaminada al comprar en expendios fuera de la ley.
Si bien estos negocios pueden ser una solución económica temporal, por sus bajos precios, lo mismo puede resultar contraproducente, si se tiene que invertir en fármacos o internamientos en un hospital.
“Desde hace muchos años, sabemos que en México el agua que llega a nuestros hogares no es para consumo humano, por lo que las familias tienen que buscar la manera de satisfacer su necesidad”, señala Bustamante, con más de dos décadas de experiencia en el sector hídrico.
Lamentablemente, ahí es donde los negocios dedicados a rellenar los envases de agua ponen en riesgo la salud de los mexicanos
A nivel nacional, hasta 2022 había 24 mil rellenadoras operando legalmente, pero en realidad habría hasta el doble de negocios, pues miles son clandestinos.
En estos últimos, siete de cada 10 envases analizados tienen contaminación de alguna índole, sobre todo con bacterias coliformes provenientes de materia fecal, por causa del mal manejo de trabajadores, así como poco mantenimientos y falta de limpieza en las instalaciones, además de la escasa calidad de los garrafones, de acuerdo a estudios de Agua en México y el Instituto Politécnico Nacional (Instituto Politécnico Nacional).
Esto es gravísimo, porque al final de cuentas se supone que son una solución al problema de no tener agua potable, pero están lucrando con la salud de la población
El peligro de que este problema persista es muy alto y caro, toda vez que cada año 2 millones 800 mil personas sufren una enfermedad gastrointestinal en México, más que nada por tomar agua contaminada. Asimismo, según un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el mismo lapso mueren 95 mil niños en el país por tomar agua en mal estado.