Es casi imposible encontrar a una persona en México a la que se le mencione “el Cochiloco” y no lo relacione con el popular personaje interpretado por el actor Joaquín Cosío en la película de Luis Estrada, “El Infierno”, que se encarga de intentar reflejar un poco la enorme espiral de violencia durante el sexenio de Felipe Calderón, de 2006 a 2012.
Sin embargo, el verdadero Cochiloco vivió décadas atrás, cuando se empezaba a consolidar en México el Cártel de Guadalajara.
La muerte del Cochiloco
El 9 de octubre de 1991 los noticiarios más importantes del país hacían público el hallazgo del cadáver de uno de los líderes del narcotráfico más buscados de ese momento: Manuel Salcido Uzeta, apodado el Cochiloco, quien fue rafagueado por hombres armados en Guadalajara.
De acuerdo a la Procuraduría Estatal de Jalisco, Salcido Uzeta era el último líder prófugo de la citada organización criminal, encabezada por Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca.
A el Cochiloco se le señalaba como enlace entre el Cártel de Guadalajara y grupos de la mafia en Colombia; de hecho, la DEA lo acusaba de ser uno de los socios principales de Pablo Escobar.
A pesar de que murió casi 20 años antes de que se estrenara el filme “El Infierno”, el personaje del Cochiloco, al que le dio vida de forma magistral Joaquín Cosío, sin duda alguna se basó en él, quien en la vida real se hizo de fama, dinero y poder con el ascenso del cártel al que pertenecía, hasta que el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena hiciera que la organización delincuencial empezara su declive, así como el de sus fundadores.