NUEVO LEÓN

Tras muerte de joven tamaulipeca, su perrita fallece de tristeza días después

Alma Adriana Alonso Ocañas, estudiante de la UANL nacida en Villagrán, Tamaulipas, falleció junto con una amiga en un trágico choque contra un tráiler

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Es bien sabido que el amor de las mascotas por sus humanos no tiene límite, y para muestra basta un botón, pues una perrita que perdió a su dueña en un trágico accidente vial falleció a los pocos días, al parecer víctima de una profunda tristeza.

A través de su cuenta de Facebook, la abuelita de la joven Alma Adriana Alonso Ocañas, compartió su pesar.

 No se vale tanta tristeza. Ayer llevaron a su mascota a que se despidiera de Alma, se veían sus ojitos con profunda tristeza, hoy en la mañana falleció.

El fatal percance en el que perdió la vida la joven Alma Adriana, de 22 años, se registró el pasado viernes 5 de mayo sobre el kilómetro 169 de la Carretera Nacional, a la altura del municipio de Hualahuises, Nuevo León, en el paraje La Laja.

Sus compañeros la recordaron así.

En el mismo, un tráiler con razón social GS Logistic, cuyo conductor se dio a la fuga, impactó por alcance a gran velocidad contra el Ford Focus en el que la occisa, alumna de octavo semestre de Administración de la UANL campus Linares y originaria de Villagrán, Tamaulipas, regresaba de al parecer de una reunión estudiantil.

La misma era acompañada por Raquel Guadalupe Ochoa Villanueva, de 21 años, y oriunda de Montemorelos, quien también falleció, además de Elena Peña, de la misma edad, quien sobrevivió y fue internada grave en un nosocomio de Linares.

Adriana (izq.) y Raquel.

“Efecto de viudez”

Hay ocasiones en que una mascota sufre demasiado por el fallecimiento de su humano favorito. A este hecho se le conoce como “efecto de viudez” o “síndrome del corazón roto”, algo muy similar a lo que sufre una persona en duelo o que terminó una relación amorosa.

Este se caracteriza por un alto nivel de estrés en las mascotas que les hace que se deprima su sistema inmunológico y perder el apetito de manera súbita, lo que conduce a su muerte, sobre todo si se encuentran lidiando con una enfermedad.

Aunque no hay datos científicos concluyentes acerca del pesar que puede llegar a sentir un animal, veterinarios afirman que el comportamiento de una mascota cambia al dejar de ver a su dueño o alguien muy cercano, ya sea por fallecimiento o cualquier otra causa, lo cual puede llevar a desenlaces extremos como el de este caso, en el que la perrita de la joven Alma Adriana perdió la vida a los pocos días de la muerte de la universitaria.