EFEMÉRIDES

Día mundial del sueño: 10 beneficios de las siestas

El Día mundial del sueño se conmemora desde 2008 por la World Sleep Society como una manera de hacer conciencia sobre la importancia del descanso en el ser humano

Los beneficios a largo plazo para tu cerebro y tú corazón serán evidentes con la edad
Día mundial del sueño.Los beneficios a largo plazo para tu cerebro y tú corazón serán evidentes con la edadCréditos: iStock
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Si tú nunca has probado tomar un descanso por la tarde, tal vez sea momento de hacerlo pues, en el Día mundial del sueño, los beneficios que te traen las siestas te sorprenderán.

No cabe duda de que el ser humano necesita dormir, no por algo la mitad de nuestra vida la pasamos soñando, y es que el desgaste del trabajo, la escuela, o simplemente el día a día nos va consumiendo cuál velas encendidas. Todos necesitamos descansar, pero algunas veces requerimos horas extra de sueño.

Es por esto que en el Día mundial del sueño te damos 10 beneficios que te puede dar:

  • Previene las cardiopatías. 

La siesta ayuda a disminuir en un 37% el estrés y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. La falta de sueño incrementa el cortisol, y un exceso de esta hormona aumenta la intolerancia a la glucosa y a la grasa, debilita el sistema muscular e inmunológico y disminuye los niveles de la hormona del crecimiento, lo que puede provocar diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Cuando se duerme, se libera la hormona del crecimiento, antídoto del cortisol, que estimula el sistema inmunológico, reduce el estrés y la ansiedad, ayuda a reparar los músculos y a perder peso.

  • Reduce la tensión arterial. 

Un estudio del Allegheny College de Pennylvannia, Estados Unidos, realizado a 85 universitarios sanos, ha demostrado que quienes duermen una siesta diaria de entre 45 minutos y una hora tras haber soportado un día de estrés y tensión psicológica ven disminuir su presión arterial y su ritmo cardiaco.

  • Facilita el aprendizaje. 

Otro estudio de la Universidad de Berkeley asegura que quienes duermen la siesta rinden más por las tardes y aumentan en un diez por ciento su capacidad de aprendizaje. El sueño, dicen, permite afrontar nuevos conocimientos y fijar los ya adquiridos. Sería algo así como resetear el cerebro. Por esta razón, el descanso tras el almuerzo aumenta la productividad de los trabajadores y el rendimiento escolar de los niños.

  • Aumenta la concentración. 

Existen numerosos estudios que demuestran que la siesta (incluso de seis minutos) contribuye a mejorar cualquier tarea que suponga recordar listas de palabras o de objetos. El sueño facilita el almacenamiento de la memoria a corto plazo y deja espacio para nuevos datos. Durante el sueño, los recuerdos recientes se transfieren del hipocampo al neocórtex, nuestro disco duro, donde se consolidan los recuerdos a largo plazo.

  • Estimula la creatividad. 

Un equipo de neurólogos de la Universidad de Georgetown ha comprobado que la siesta aumenta la creatividad o, al menos, estimula la actividad de la zona del cerebro (el hemisferio derecho) que se asocia con esta capacidad.

  • Facilita resolver problemas. 

Robert Stickgold, profesor de Psiquiatría de la Harvard Medical School, ha descubierto que cuando los sujetos alcanzan la fase REM del sueño (fase de gran actividad cerebral en la que soñamos), les lleva menos tiempo realizar diferentes conexiones entre ideas. 

  • Mejora los reflejos.

Un estudio de la NASA a 747 pilotos demostró que aquellos que dormían una siesta diaria de 26 minutos cometían un 34% menos errores en el trabajo y duplicaban sus niveles de alerta.

  • Favorece la abstracción. 

Un organismo estadounidense ha estudiado las expresiones faciales de varios niños de 15 meses ante frases que han oído anteriormente. Los niños que durmieron la siesta aprendieron una oración y su relación con otras, mientras que el resto no reconocía las frases. Esto sugiere que la siesta favorece el aprendizaje abstracto o capacidad de detectar el patrón general de una nueva información.

  • Fomenta la positividad.

Otro estudio de Berkeley dice que los individuos que duermen la siesta y pasan por la fase REM aumentan su receptividad ante la expresión facial de felicidad, mientras que quienes no lo hacen manifiestan más ira y miedo. 

  • Mejora el estado de ánimo. 

La serotonina es un neurotransmisor que regula el sueño, el apetido y el estado de ánimo. Y dormir inunda nuestro cerebro de serotonina, lo que nos proporciona una sensación de satisfacción y bienestar.