Toda persona que transitó sobre la carretera de Linares a Iturbide antes del 2002 conoció la obra monumental “Los Altares”, dicha obra se consideró el mural en piedra más grande de Latinoamérica; al día de hoy no queda nada pues desapareció y aquí te diremos cómo pasó.
La obra monumental fue esculpida por el Federico Cantú un arquitecto neoleonés, su realización inició en 1961 y terminó un año después; la obra concluyó con la inauguración de la carretera 58 Linares - San Roberto; la pieza artística narraba el desarrollo social, económico, tecnológico e industrial en el país en aquella época.
'Los Altares' se esculpió sobre una roca de la misma sierra, su realización fue un verdadero reto por las características del terreno. En junio 2002 el municipio de Iturbide se estremeció tras la pérdida de la monumental obra de arte; la misma naturaleza de la región se encargó de derrumbarla casi en su totalidad y fue prácticamente imposible de restaurar.
La obra retrataba a la diosa Xilonen casi envuelta por las alas del águila que aparece en nuestro escudo nacional, además de los motivos de flora y fauna del noreste de México.
Las piezas del monumento, se llevaron a Monterrey para tratar de armarlas para exhibirlas en la Macroplaza, debido a que en su lugar original era imposible volver a juntarlas, al día de hoy solo queda un espacio y una que otra pieza de la monumental pieza de arte.
Una leyenda local dice que “Los Altares” fue realizado por presos del penal de Monterrey, supuestamente los hombres fueron usados para agilizar las obras de la carretera y que fueron parte de las personas que esculpieron la monumental obra, sin embargo, no hay dato oficial que sustente tal historia de que presos fueron utilizados para trabajar en la construcción de la carretera 58 y la escultura.