Cada año México está obligado a pagar una deuda de agua a Estados Unidos de acuerdo a un tratado firmado hace casi 80 años. En épocas de sequía este compromiso causa conflictos sociales del lado mexicano que muchas veces se salen de las manos.
El origen de esta deuda es un tratado firmado en 1944 entre México y Estados Unidos. El acuerdo especifica cómo los dos países deben repartirse el agua de los ríos Bravo y Colorado, que delimitan sus fronteras y de los cuales, ambos lados se abastecen.
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Deuda de agua
Anualmente, el gobierno de México tiene un periodo de 30 días para entregar a la Unión Americana la parte que le corresponde. Para cumplir con el compromiso, debe utilizar lo que se acumula en la presa la Boquilla, en el estado de Chihuahua.
Sin embargo, cada año hay fuertes resistencias sociales por parte de los campesinos que se niegan porque afirman que se quedan sin el vital líquido para sus sembradíos.
A veces los conflictos escalan a sucesos violentos contra elementos de la Guardia Nacional por el control de la presa, como sucedió en el 2022, cuando una fuerte sequía azotó el país.
El gobierno mexicano actual está buscando renegociar el tratado para cumplir con su compromiso evitando los confilctos sociales con los campesinos fronterizos.
Políticos mexicanos aseguran que el tratado en cuestión es la base del problema y anunciaron que acudirán a tribunales internacionales para una revisión del mismo
El contenido del tratado
El tratado de la distribución de las aguas internacionales firmado por ambos paísesen 1944 tiene antecedentes en otro acuerdo que se firmó un siglo antes.
El Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo, conocido históricamente como Tratado de Guadalupe Hidalgo fue firmado en 1848 al final de la guerra por la disputa de Texas y en la que México perdió más de la mitad de su territorio.
La nueva conformación geográfica de la frontera hizo que fuera del río necesario un plan de distribución entre ambos países. Después de años de negociación se firmó en Washington el tratado que aún está vigente en la actualidad.
Según lo negociado, México se queda con dos tercios de la corriente principal del Bravo y cede a su vecino el resto del caudal, que no podrá ser menor de 432 millones de metros cúbicos anuales.
En compensación, Estados Unidos cede a México cada año 1,850 metros cúbicos del Río Colorado, que en su mayoría se encuentra en suelo estadounidense pero que también pasa por la frontera entre ambos países hasta desembocar en el golfo de California, entre los estados mexicanos de Baja California y Sonora.
CILA, la encargada de dirimir conflictos
La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), un organismo binacional, es quien se encarga de resolver las posibles diferencias que se agudizan cuando hay periodos extenso de sequía, lo que hace difícil cumplir los compromisos.
Mundo Roberto Velasco, director general para Am??rica del Norte del gobierno mexicano menciona lo complicado que seignifica cumplir con los compromisos adquiridos hace 80 años.
Es un tratado que no fue nada fácil de negociar y en el que se tuvieron que hacer muchísimas proyecciones de ingeniería porque define los límites entre los dos países y esta distribución de las aguas
De esta manera, mientras no se modifique el tratado original, México estará siempre como una deuda de agua con Estados Unidos.