Mientras que en Europa la industria ferroviaria siguió en expansión, en México el tren de pasajeros desapareció desde 1997. Hoy podemos recordad cómo eran estos viajes.
A diferencia de otros países del mundo y ciudades que conservaron y ampliaron su sistema de trenes, en el país casi desapareció lo que alguna vez fuera un símbolo del progreso de México: el tren de pasajeros.
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El tren de pasajeros.
El ferrocarril tuvo un papel protagonista en el desarrollo histórico, social y económico al transportar a millones de mexicanos. A partir de 1997 su uso se enfocó solo al transporte de carga. Los carros y las poderosas máquinas eléctricas y de diesel son parte de la nostalgia y fueron parte de sucesos históricos tan importantes como la Revolución.
El ferrocarril prácticamente cubría todo el territorio nacional. Había estaciones en Veracruz, Aguascalientes, Zacatecas, Durango, San Luis Potosí, Hidalgo, Nuevo León, Guanajuato, Querétaro.
Solían parar en las estaciones de piedra estilo inglés, donde los pasajeros subían y bajaban para estirar las piernas y comprar la comida que ofrecían los lugareños para después seguir de nuevo su viaje.
En la ruta de la capital del país a Veracruz, entre las estaciones más pintorescas de Ometusco, Apizaco, Orizaba, Fortín, Córdoba y Veracruz.
Ferrocarril en expansión
La primera ruta en el país fue la México-Veracruz, inaugurada por la Compañía Limitada del Ferrocarril Mexicano, el 1 de enero de 1873.
Tan solo once años después, el Ferrocarril Central Mexicano ponía en marcha vías que iban de la capital del país a Ciudad Juárez, para conectarse con otros trenes en Estadoa Unidos. Cuatro años después, en 1888, ya se había extendido hasta Guadalajara-. Siempre hubo trenes de carga y de pasajeros.
En ese mismo año, 1884, la Compañía del Ferrocarril Nacional Mexicano abrió la ruta México-Nuevo Laredo; también existieron trenes de pasajeros que paraban en estaciones como México, San Luis Potosí, Saltillo.
Existía un tren de conexión con Estados Unidos, la ruta México-Nueva York, que tardaba cinco días de terminal a terminal.
Ya entrado el siglo XX, la creación de nuevas rutas ferrocarrileras siguieron en expansión y alcanzaron a cruzar por la mayoría de los estados de la República.
Clases y categoría
En el convoy existían vagones de primera con literas y los vagones de segunda clase había dos filas de asientos con un pasillo central por el que transitaban los usuarios. En los vagones de segunda ni en los carros de clase económica no se podían acostar y las personas tenían que viajar sentados durante todas las horas que duraba su traslado.
En la clase económica viajaban las personas que disponían de poco dinero para comprar un boleto.