TRADICIONES DE MÉXICO

La Bruja Chana, la curandera más enigmática de Bustamante, Nuevo León

El curanderismo es una de las actividades más emblemáticas de este pueblo del noreste de México, en un pueblo donde la magia y la hechicería es parte de su identidad cultural

La Bruja Chana, toda una leyenda
La Bruja Chana, toda una leyendaCréditos: El Mañana
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En Bustamante, Nuevo León hay un gran respeto por el curanderismo y hay un gran número de leyendas. Entre estas se encuentras mujeres muy famosas que se dedicaron a este oficio, pero ninguna tan célebre como la Bruja Chana, la mujer más respetada del pueblo.

Chana vivía en lo que era la calle de Nuestra Señora de Los Dolores, hoy Avenida Aldama en una casa con techo de Palmito. En décadas pasadas el 70% de las casas de Bustamante eran hechas construídas con ese material por ser muy frescas.

La Bruja Chana

La mujer hacía trabajos especiales. Cuando ella caminaba por las calles lo hacía acompañada de Ligia, a quien le tenía mucho cariño y  la consideraba como una hija o hermana menor.

La bruja siempre lucía una mirada oscura y profunda, lo que les inspiraba miedo a los pobladores, quienes temían toparse con ella. Ese temor perdura aún, al grado de que la gente aún le saca la vuelta a la casa de la curandera, mucho menos en la noche.

Ella era especialista en hacer "trabajos especiales" y sortilegios, males de amores o provocar enfermedades a otras personas.

Un desafortunado día, Chana se enfermó de gravedad y se encerró en su casa, pero con ella se encierra Ligia y luego de varios días sus vecinos se preocuparon porque en la casa no había movimiento alguno.

Entre ellos lograron tumbar la puerta y encontraron dos lagartijas en la sala de la casa. Al estar en sus últimos minutos de vida Chana se transformó en lagartija, junto a su hija adoptiva.

Desde ese día, los pobladores de Bustamanete, en tono de broma, cuando van a hacer una mala acción advierten que Chana los está viendo, o si se golpea la puerta, exclaman la culpable "fue Chana".

Muchas personas en México ven a los curanderos y las prácticas místicas como un complemento a la medicina moderna. En lugar de reemplazar completamente la atención médica convencional, estas prácticas pueden utilizarse en conjunto con tratamientos médicos para abordar no solo los síntomas físicos, sino también los aspectos espirituales y emocionales de la salud.

La fama de la Bruja Chana fue tanta que en la región noreste de México el mote que les decían a los Bustamantenses era el de brujos o brujas. Los pobladores no toman esto con tanta seriedad y entre ellos mismos se autodenominan como "brujitos y bruijitas".