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Polo Polo fue diagnosticado con 'demencia vascular'; ¿qué es, cuáles son sus causas y síntomas?

En estudios se ha demostrado que muchas personas con demencia e indicios de enfermedad vascular cerebral también tienen enfermedad de Alzheimer

La demencia vascular parece ser más frecuente que otras enfermedades
La demencia vascular parece ser más frecuente que otras enfermedadesCréditos: Internet
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Al fallecer hoy el comediante Polo Polo, se informó que la causa de su deceso fue por "demencia vascular", una enfermedad de la que no se tenía referencia en algún otro fallecimiento de una persona pública.

Información de la prestigiada Clínica Mayo, nos da un panorama amplio de lo que es esa enfermedad y a la que se debe poner mucha atención para evitar padecerla.

¿Qué es la demencia vascular?

La demencia vascular es un término general que describe problemas con el razonamiento, la planificación, el juicio, la memoria y otros procesos mentales provocados por el daño cerebral a causa de la disminución del flujo sanguíneo al cerebro.

Puedes padecer demencia vascular después de que un accidente cerebrovascular obstruye una arteria en el cerebro, pero los accidentes cerebrovasculares no siempre causan demencia vascular. La demencia vascular también puede producirse como resultado de otros trastornos que dañan los vasos sanguíneos y disminuyen la circulación, lo que priva al cerebro del oxígeno y los nutrientes vitales.

Síntomas

Los síntomas de la demencia vascular varían, según la parte del cerebro, donde disminuye el flujo sanguíneo. Los síntomas suelen coincidir con los de otros tipos de demencia, en especial con la demencia de la enfermedad de Alzheimer. Pero a diferencia de la enfermedad de Alzheimer, los síntomas más importantes de la demencia vascular tienden a implicar la velocidad del pensamiento y la resolución de problemas en lugar de la pérdida de memoria.

Entre los signos y síntomas de la demencia vascular se incluyen los siguientes:

Desorientación; dificultad para prestar atención y concentrarse; capacidad reducida para organizar pensamientos o acciones; deterioro en la capacidad para analizar una situación, desarrollar un plan eficaz y comunicar ese plan a otros; lentitud al razonar; dificultad con la organización; dificultad para decidir qué hacer a continuación; problemas con la memoria; intranquilidad y agitación; marcha inestable; deseo repentino y frecuente de orinar o incapacidad para controlar la micción; depresión o apatía.

Los síntomas de la demencia vascular pueden ser más obvios cuando suceden de repente después de un accidente cerebrovascular. Sin embargo, la demencia vascular también puede desarrollarse muy progresivamente, como la demencia de la enfermedad de Alzheimer. Además, la enfermedad vascular y la enfermedad de Alzheimer suelen ocurrir juntas.

En estudios se ha demostrado que muchas personas con demencia e indicios de enfermedad vascular cerebral también tienen enfermedad de Alzheimer.

Causas

La demencia vascular tiene sus causas en afecciones que dañan los vasos sanguíneos del cerebro y reducen su capacidad para suministrar sangre a ese órgano en las cantidades necesarias para nutrirlo y oxigenarlo, de manera que pueda ejecutar los procesos de pensamiento de forma eficaz.

Las afecciones que suelen ocasionar demencia vascular incluyen los siguientes:

Accidente cerebrovascular (infarto) que bloquea una arteria cerebral. Los accidentes cerebrovasculares que bloquean una arteria cerebral pueden ocasionar una variedad de síntomas que pueden incluir demencia vascular.

Hemorragia cerebral. A menudo se debe a que la presión arterial alta debilita un vaso sanguíneo, causando una hemorragia en el cerebro que provoca daños, o a la acumulación de proteínas en los vasos sanguíneos pequeños que se produce con el envejecimiento y que los debilita con el tiempo (angiopatía amiloide cerebral).

Estrechamiento o daño crónico de los vasos sanguíneos cerebrales. Las afecciones que estrechan o dañan los vasos sanguíneos cerebrales también pueden ocasionar demencia vascular. Estos trastornos incluyen el desgaste natural por el envejecimiento, la presión arterial alta, el envejecimiento anormal de los vasos sanguíneos (ateroesclerosis) y diabetes.

Factores de riesgo

Por lo general, los factores de riesgo para la demencia vascular son iguales a aquellos de la enfermedad cardíaca y el accidente cerebrovascular. Los factores de riesgo para la demencia vascular incluyen los siguientes:

Edad avanzada. El riesgo de tener demencia vascular aumenta a medida que se envejece. El trastorno es poco frecuente antes de los 65 años de edad, y aparece con más frecuencia hacia los 90 años.

Historia clínica de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares o mini accidentes cerebrovasculares. Si has tenido un ataque cardíaco, puedes tener mayor riesgo de presentar problemas en los vasos sanguíneos del cerebro. El daño cerebral que se produce durante un accidente cerebrovascular o un mini accidente cerebrovascular (accidente isquémico transitorio) puede aumentar el riesgo de manifestar demencia.

Envejecimiento anormal de los vasos sanguíneos (ateroesclerosis). Esta afección se produce cuando los depósitos de colesterol y otras sustancias (placas) se acumulan en las arterias y estrechan los vasos sanguíneos. La ateroesclerosis puede aumentar el riesgo de sufrir demencia vascular al reducir el flujo sanguíneo que nutre al cerebro.

Colesterol alto. Los niveles elevados de colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL), el colesterol “malo”, se asocian con un aumento del riesgo de tener demencia vascular.

Presión arterial alta. Cuando la presión arterial es muy alta, somete a los vasos sanguíneos a un exceso de estrés en todas las partes del cuerpo, incluso el cerebro. Esto aumenta el riesgo de tener problemas vasculares en el cerebro.

Diabetes. Los niveles altos de glucosa dañan los vasos sanguíneos del cuerpo. El daño de los vasos sanguíneos del cerebro puede aumentar el riesgo de tener un accidente cerebrovascular y demencia vascular.

Tabaquismo. El tabaquismo daña de forma directa los vasos sanguíneos, lo cual aumenta el riesgo de presentar ateroesclerosis y otras enfermedades circulatorias, entre las que se incluye la demencia vascular.

Obesidad. El sobrepeso es un factor de riesgo conocido para las enfermedades vasculares en general y, por lo tanto, se presume que aumenta el riesgo de tener demencia vascular.

Fibrilación auricular. Cuando se produce este ritmo cardíaco anormal, las cámaras superiores del corazón comienzan a latir de forma rápida e irregular, sin coordinación con las cámaras inferiores del corazón. La fibrilación auricular aumenta el riesgo de tener un accidente cerebrovascular, ya que genera la formación de coágulos de sangre en el corazón que se pueden romper y llegar a los vasos sanguíneos del cerebro.

Prevención

La salud de los vasos sanguíneos del cerebro está muy vinculada con la salud general del corazón. Tomar las siguientes medidas para mantener el corazón sano también ayuda a reducir el riesgo de tener demencia vascular:

Mantener una presión arterial saludable. Mantener la presión arterial en el nivel normal ayuda a prevenir tanto la demencia vascular como la enfermedad de Alzheimer.

Prevenir o controlar la diabetes. Otra manera posible de disminuir el riesgo de demencia es evitar la aparición de la diabetes tipo 2 con dieta y ejercicio. Si ya tienes diabetes, controlar los niveles de glucosa te ayuda a evitar que los vasos sanguíneos del cerebro se dañen.

Dejar de fumar. Fumar tabaco daña los vasos sanguíneos de todo el cuerpo.

Realizar actividad física. El ejercicio físico habitual tiene que ser una parte esencial del plan de bienestar de todos. Además de todos los otros beneficios que tiene, el ejercicio ayuda a evitar la demencia vascular.

Mantener el colesterol bajo control. Tener una dieta saludable con bajo contenido de grasa y tomar medicamentos para reducir el colesterol (si los necesitas) puede disminuir el riesgo de accidentes cerebrovasculares y ataques al corazón, que pueden provocar demencia vascular, probablemente al reducir la cantidad de depósitos de placa que se acumulan en las arterias del cerebro.