Para quienes nunca lo hayan hecho, pedir una carta de recomendación personal puede ser muy incómodo. Si bien la primera reacción de uno ante esta incomodidad podría ser elegir no pedirla, la realidad es que estas cartas son muy increíblemente útiles.
Pero en verdad, pedir por una carta de recomendación es mucho más fácil de lo que uno se imagina. Aunque hacerlo nunca deja de ser algo incómodo, esta práctica es tan común que después de preguntar un par de veces los nervios serán cosa del pasado.
En esta oportunidad les traemos una guía de cómo pedir una recomendación personal laboral de la forma más profesional posible. Además de dar algunos consejos para quienes recién están empezando a hacerlo, esta guía también pretende ser útil para todo aquel que busque pedir este tipo de cartas de la mejor forma posible.
Paso 1: preparar el terreno
Antes de siquiera tener la necesidad de preguntar por una carta de recomendación, hay que estar en buenos términos con la persona que vaya a escribir la carta. Si bien esto es un paso previo a pedirlo y no tanto pedirlo en sí, no por eso deja de ser menos importante.
En una oficina o cualquiera que sea el ambiente laboral, lo recomendable es siempre tener un buen trato con los colegas o, quizá más importante, el jefe. No solamente porque esto crea una atmósfera mucho más cómoda, sino porque uno nunca sabe cuándo puede llegar a necesitar una carta de recomendación u otro tipo de favores.
Esto se vuelve mucho más relevante hoy en día, cuando la experiencia previa es tan valorada y las llamadas a empleadores pasados tan frecuentes.
Paso 2: elegir bien a quien envíe la carta
Puede parecer tonto aclarar esto, pero muchas personas suelen pensar que “elegir bien” significa siempre elegir a alguien en un puesto alto. Y esto no siempre es el caso: si bien, por obvias razones, mientras mayor sea el rango de quien envíe la carta mejor, esto no sirve si esta persona no conoce a uno lo suficiente como para escribir una buena carta.
Si esto sucede se va a notar. Mucho. Tengan en cuenta que los entrevistadores reciben una enorme cantidad de este tipo de cartas, por lo que la mayoría sabe distinguir entre una carta sincera y una genérica.
Pero supongamos que tenemos la suerte de contar con mucha gente dispuesta (y capaz) a escribir una buena carta de recomendación. En esta ocasión, lo ideal sería seguir primero el orden de cargos. Si hay varias personas con un mismo rango de cargo, dar prioridad a aquellos que más se acerquen a la función que buscas ocupar en la nueva empresa. Si estas con tanta suerte de seguir teniendo varios candidatos así, intenta priorizar a quienes sean mayores y tengan más experiencia.
Paso 3: hablar directamente con la persona
Una vez que hayan logrado elegir correctamente quién va a escribir la carta, el siguiente paso es tratar de preguntárselo de forma personal. Si bien esta es sin dudas la parte más incómoda, no hay mejor forma de obtener un sí como respuesta.
Otro detalle a tener en cuenta es hacer este pedido con anticipación. No solamente porque es lo más educado, sino que no sería conveniente que una carta tan importante sea escrita en un apuro. Con darles alrededor de dos o tres semanas de aviso previo debería ser suficiente para que logren darse el tiempo de escribir una buena carta.
Paso 4: enviar un email a quien haya aceptado a recomendarnos
Si bien es recomendable ponerse en contacto con la persona antes de enviarle un mail, este paso puede evitarse de ser necesario. Pero por otro lado, el enviar un mail es totalmente fundamental.
Esto va a ser importante para poner los detalles que deben estar en la carta en cuestión. El organizarlo de palabra, además de desprolijo, vuelve la escritura de esta más difícil. Además, también abre la posibilidad de que quien nos vaya a recomendar cometa errores fácilmente prevenibles, como equivocarse con el puesto o el nombre de la empresa.
En un principio, enviarle a esta persona una copia actualizada de nuestro Curriculum es una buena forma de asegurarnos de que esté al tanto de nuestras habilidades generales. Además, el currículum le servirá a la persona que escriba la carta como una forma de ver cómo nos vemos a nosotros mismos. Por otro lado, si esta persona no está muy al tanto de nuestro rol en la empresa, lo ideal sería refrescárselo.
Si bien podemos guiar a la persona que envíe la carta en cuanto a que es lo que deseamos que incluya en ella, tampoco hay que insistir demasiado. Esto podría hacer que la carta termine sonando falsa o, mucho peor, parezca que la escribimos nosotros.
Escribir las propias cartas de recomendación es una práctica sorprendentemente usual, pero no por eso deja de estar muy mal vista en la mayoría (sino todos) los rubros. Al hacerlo no sólo daríamos la impresión de no ser de confianza, sino que también parecería que no tenemos a nadie dispuesto a recomendarnos.
Paso 5: esperar una respuesta
¡Si han logrado llegar hasta aquí lo lograron, la carta ya está enviada! Si bien lo peor ya pasó, ahora viene una parte que puede ser igual de difícil: esperar. Lo más probable es que la empresa en cuestión se comunique directamente con la persona que envió la carta antes que con ustedes.
Esta práctica es normal. En general con esto se busca, por un lado, garantizar que efectivamente la carta no haya sido escrita por uno mismo. Por otro lado, está llamada sirve para obtener todavía más información sobre nosotros, así que podemos verla como una entrevista indirecta. Esta es una de las razones por las que es importante elegir a alguien que verdaderamente nos conozca.
Con esto último daremos por finalizada nuestra guía. Ya sea que estén preguntando por su primera carta de recomendación, o hayan tratado de conseguir algunos consejos para hacerlo aún mejor, esperamos que después de leerla pueda afrontar esta tarea tan incómoda con un poco menos de nervios.