JESÚS MARÍA

Ovidio Guzmán: ¿Cuánto valían sus autos lujosos de su captura?

Los automóviles de lujo se encontraron en medio del fuego cruzado entre las fuerzas federales y civiles armados; la propiedad quedó destruida

Autos destruidos en detención
Casa de Ovidio Guzmán.Autos destruidos en detenciónCréditos: Google
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En la casa de Jesús María en culiacán, Sinaloa, dónde vivía Ovidio Guzmán fueron encontrados al menos 4 vehículos de lujo dentro de la propiedad, durante el enfrentamiento las balas de grueso calibre dañaron las unidades, a simple vista se pueden ver las ráfagas de la batalla.

Todo lo anterior sin contar como quedó la propiedad, para este operativo se usó un helicóptero artillado para repeler el ataque de los agresores que intentaban impedir la detención del hijo del ‘Chapo’ Guzmán.

La detención de Ovidio se dió el 5 de enero, posteriormente fue llevado a la Ciudad de México para ser recluido en el Altiplano de Almoloya de Juárez, un penal de máxima seguridad en el Estado de México.

Los autos dañados tras el fuerte operativo de detención de Guzmán López, fueron al menos 4, los cuales son un Mercedes Benz clase c 2022, Mercedes-Benz Clase G 2020, y varias motos y cuatrimotos.

De las dos o tres motos que se alcanzan a ver en los videos pudieron haber costado mínimo entre todas unos 800 mil pesos, no se pudo corroborar por que no se ve clara la marca y modelo de las unidades, pero los dos vehículos principales si.

Autos dañados en la detención de Ovidio Guzmán

  • Mercedes-Benz Clase C 2022: Precio inicial en México de $1,028,900 pesos antes de cualquier equipamiento opcional.
  • Mercedes-Benz Clase G 2020: Con un precio de $2,999,000 pesos para G500 y de $3, 600,000 pesos para la G63, no se ve exactamente cual de las versiones es, pero también fue alcanzada por los proyectiles.

La casa de Ovidio Guzmán de Jesus María sufrió las ráfagas de grueso calibre, además que un helicóptero de las fuerzas especiales del ejército mexicano estuvo disparando desde el aire, los daños en la propiedad del capo es poco a comparación de lo que hicieron los gatilleros en varios municipios de Culiacán, Sinaloa.