Comprar una casa o departamento es una de las mejores decisiones que una persona puede tomar. Sin embargo, este tipo de operaciones puede representar una inversión de envergadura que puede resultar difícil de costear. Justamente por ello, para poder ingresar en el mercado de venta de casas en CDMX, debemos conocer los distintos tipos de créditos hipotecarios en México.
¿Qué es un crédito hipotecario y por qué resulta tan importante?
Un crédito hipotecario es un instrumento financiero de índole inmobiliaria que se emplea para costear el valor de compra de una propiedad. Este tipo de créditos es uno de los más importantes del mercado, en tanto la mayoría de las personas de ingreso medio no pueden costear el valor de las casas o departamentos en venta en CDMX por cuenta propia.
Este tipo de crédito se solicita exclusivamente con el propósito de comprar una propiedad —vivienda u otra— y no debe confundirse con una hipoteca, un préstamo que se solicita empleando una propiedad como garantía. Gracias a ello, las personas pueden disponer de los fondos para la compra de la propiedad, para luego devolver dichos fondos de manera paulatina más un interés.
Al tratarse de una actividad de índole comercial, los requisitos y condiciones asociados a la contratación de un crédito hipotecario varían de una institución a otra. Por lo tanto, determinar qué crédito nos resulta más conveniente dependerá de la institución, nuestro perfil financiero y capacidad de pago.
Tipos de crédito hipotecario
En términos generales, los créditos hipotecarios pueden clasificarse de varias maneras: por un lado, por el tipo de interés asociado a su pago —fijo o variable—. Por el otro lado, pueden clasificarse por el tipo de destinatario —empresas, particulares—, por su origen —público o privado— o por el tipo de propiedad —vivienda, comercio, etc.—.
La clasificación más habitual es la primera, en función de los intereses asociados a la contratación del crédito. Existen dos tipos: los créditos a tasa fija y los créditos a tasa variable. La principal diferencia entre ambos créditos consiste en el método de cálculo de los intereses sobre cada cuota que se paga a la entidad para devolver el dinero.
En el primer caso, se trata de una tasa fija. Esto quiere decir que el importe de los intereses por sobre el monto devuelto de manera mensual se establece de antemano con la entidad y, por lo tanto, no varía —aunque si puede acordarse un aumento paulatino—. Gracias a ello, se establece un esquema de pago fijo que aporta previsibilidad a la persona.
En el segundo caso, se trata de una tasa variable. Esto quiere decir que la tasa de interés y su cálculo dependerá de condiciones externas a la operación: más precisamente, este valor dependerá de la Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio del Banco de México, una variable que regula las actividades financieras de este tipo.
Determinar cuál de estos dos tipos de créditos hipotecarios nos resulta más conveniente, dependerá de nuestra situación y capacidad de pago. Los créditos de tasa fija resultan más seguros para acceder a la venta de casa en CDMX, pero estos también suelen ser más costosos. Por su parte, los de tasa variable puede resultar más accesible, pero también pueden resultar más riesgosos en escenarios de incertidumbre económica.