Los intercambios navideños entre amigos y compañeros de trabajo son comunes en esta época decembrina, pero también es una tradición que en cada reunión de este tipo siempre hay una persona inconforme.
Pues este fue el caso de Nico, un hombre del sur de México que participó en un intercambio con compañeros de su trabajo. El video, que se viralizó en Tik Tok, es la representación gráfica que mejor explica lo que siempre ocurre con los intercambios en nuestro país.
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Se pone una cantidad de dinero base que debe tener el objeto a intercambiar, en algunas ocasiones el común acuerdo es que sea el mismo tipo de regalo, en otras cada persona hace una lista de 3 cosas que le gustaría recibir.
Sin embargo, siempre existe una persona que queda inconforme. Ya sea por el regalo en sí, por el color, el tamaño o el precio, o porque no es lo que pidieron o lo que se acordó. Siempre hay problemas en los intercambios.
Esto también ocurrió con Nico
El intercambio era de un regalo de 500 pesos y él le obsequió un perfume a Juanito. Cuando toca el turno de que recibiera su regalo de manos de Esteban, le entrega una taza con dulces, lo cual hizo que se molestara.
"¡Son ching..! Yo me esmero en traer un regalo, lo hice porque quedamos en 500 varos cada quien, como mínimo, para que no pasara esto de cada año que uno da un buen regalo y otro te da una pinch... miseria. Yo nada más estoy diciendo lo justo", decía el hombre enardecido, mientras sus compañeros trataban de tranquilizarlo.
"Tú estás tranquilo porque a ti te di un perfume ching... y a mí me dieron una taza", respondió Nico muy molesto.
"¡Cálmate, Nico, cálmate!", le decía la persona que le dio la taza. "No estás revisando bien, la taza está muy bonita".
El alegato continuó, hasta que Nico aceptó recibir su dinero de regreso, pero se llevó tremenda sorpresa y lección.
"Nada más te voy a dar un consejo: no juzgues el libro mirando la portada nada más. Mira, yo sabía que tenías necesidad y por eso dentro de la taza había puesto dinero. Lástima que no lo aceptaste y te pusiste en ese plan, pero no importa, tampoco vamos a pelear", le dijeron al quejoso, quien asombrado guardaba sus 500 pesos.
Y siguió la cena
Después de la escena del intercambio, surgió otra molestia de Nico, que también es muy común en las reuniones: se enojó porque les dieron de cenar una pizza barata y un pan, por una cooperación de 500 pesos, cuando el acuerdo era pagar una cena de tres tiempos de un restaurante con ese dinero.
"Hicimos el presupuesto de un restaurante... íbamos a estar enclimados y vinimos aquí a tu casa. Hace un ching... de calor.
"Cómo no me voy a poner así. Por 500 pesos me compro pizzas e invito a mi esposa y a mis hijos, pero cada año pasa lo mismo", expresó.
Con todo y la molestia, Nico tuvo que cenar lo que había.