El cáncer de páncreas es una de las enfermedades que ha aumentado en los humanos, no hay un diagnóstico que especifique las causas, la detención de la enfermedad previene complicaciones a futuro incluso con el tratamiento adecuado evitar operaciones de riesgo.
En algunos casos, los cánceres pancreáticos en etapas tempranas o cuando se detecta en sus inicios no causan ningún signo o síntoma. Frecuentemente, la enfermedad han crecido mucho o ya se han propagado fuera del páncreas para cuando se comienzan a presentar los síntomas.
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Se pueden tener algunos síntomas que mencionaremos a continuación, pero no significa que ya son las características de la enfermedad. Seguramente si tiene algunos de estos síntomas se puede tener otro tipo de enfermedades o está pasando su cuerpo por algunas dificultades médicas.
En caso de presentar cualquiera de estos síntomas, es importante que un médico le haga un examen para saber la causa de sus síntomas y recibir tratamiento adecuado.
Síntomas relacionados con el cáncer de páncreas
Volvemos a recalcar que si usted tiene algunos de los síntomas que mencionaremos a continuación no significa que padece esta enfermedad, es necesario acudir a médico y vea las posibilidades que presenta en su salud.
Piel amarilla
Se puede manifestar a través de la piel y los ojos, además de que es muy notorio. Se presenta como uno de los primeros síntomas en la mayoría de las personas con la enfermedad en el páncreas, pero también a casi todas las personas con cáncer ampular.
Orina oscura
Algunas veces, la orina presenta un color más oscuro de lo regular. A medida que los niveles de bilirrubina aumentan en la sangre, la orina se torna de un color café. Cabe mencionar que si usted orina de color oscuro puede también deberse al poco consumo de agua.
Heces fecales muy claras
La bilirrubina normalmente ayuda a dar a las heces fecales su color café muy característico. Si se bloquea el conducto biliar, las heces fecales pueden lucir grises o de color claro. Si la bilis y las enzimas pancreáticas no llegan a los intestinos para ayudar a desintegrar las grasas, las heces pueden flotar en el inodoro.
Comezón
Picazón o cosquillas en la piel: cuando la bilirrubina se acumula en la piel, esta se torna amarilla y comienza a picar.
Dolor de abdomen
El dolor de abdomen es común en el cáncer de páncreas. Los cánceres que se originan en el cuerpo o la cola del páncreas pueden crecer significativamente y pueden comenzar a presionar órganos cercanos causando dolor.
Pérdida de peso
Es muy común que las personas que tienen cáncer de páncreas pierdan peso sin proponérselo. A menudo, estas personas tienen poco o ningún apetito.
Náuseas y vómitos
Si el cáncer presiona al estómago, esto puede bloquearlo parcialmente, dificultando el paso de los alimentos. Esto puede causar náuseas, vómitos y dolor que aumenta después de comer.
Agrandamiento de la vesícula biliar o del hígado
Si el cáncer bloquea el conducto biliar, la bilis se puede acumular en la vesícula biliar, ocasionando que aumente en tamaño.
Coágulos sanguíneos
Algunas veces, la primera señal de que una persona tiene la enfermedad en el páncreas es un coágulo de sangre en una vena grande, a menudo en una de ambas piernas. Los síntomas pueden incluir dolor, hinchazón, enrojecimiento y calor en la pierna afectada.
Tratamiento del cáncer de páncreas
Para el tratamiento contra el cáncer de páncreas en algunos casos, la mejor opción podría incluir más de un tipo de tratamiento. Dependiendo de sus opciones, puede que usted tenga diferentes tipos de médicos.
- Un cirujano: un médico que emplea la cirugía para tratar los cánceres u otros problemas
- Un endocrinólogo: un médico que trata enfermedades en las glándulas que segregan hormonas
- Un oncólogo especialista en radioterapia: un médico que usa radiación para tratar el cáncer
- Un oncólogo médico: un doctor que usa quimioterapia y otras medicinas para tratar el cáncer
Ahora ya sabes cuáles son algunos síntomas del cáncer de páncreas y sus posibles tratamientos, si el tiempo lo permite, puede que quiera obtener una segunda opinión sobre el tratamiento. Una segunda opinión puede proveerle más información y puede ayudar a que se sienta más confiado sobre el plan de tratamiento seleccionado.