El Gobierno de Tamaulipas, que encabeza el panista Francisco García Cabeza de Vaca, desvió al menos 39 millones de pesos de tres fondos federales de educación y salud a una empresa fantasma que emitió facturas por supuesta publicidad oficial que nunca se concretó.
Los recursos empezaron a transferirse en 2017 a Grupo Publicitario Adar, una empresa inexistente que en sus facturas registra como domicilio fiscal una humilde casa ubicada en las orillas de Temixco, Morelos.
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De acuerdo con una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), al menos 26 millones de pesos se justificaron en el papel con supuesta publicidad institucional en kioscos, espectaculares y en autobuses de la Ciudad de México, San Luis Potosí y Monterrey, así como en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
El resto del dinero fue desviado bajo el falso concepto de renta de equipos de sonido, muebles, tarimas y carpas, pero ninguno de esos servicios pagados se realizó, según lo confirmó una auditoría del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
La primera transferencia del Gobierno de Tamaulipas al Grupo Publicitario Adar fue el 5 de octubre de 2017 a las 10 de la mañana con 7 minutos.
Ese día y a esa hora se traspasaron 3 millones 480 mil pesos desde una cuenta en BBVA Bancomer de la Secretaría de Finanzas a una cuenta de Adar con terminación 4091 en Banco Afirme.
Dos semanas antes de ese traspaso, el vocero del Gobernador había firmado la orden de pago y en el documento se colocó el sello “Recurso ramo 28, participaciones federales”, y el número de cuenta del que salió el dinero.
Aquella primera transferencia amparaba dos facturas emitidas el 14 de septiembre de 2017, por “Servicio de difusión institucional del Gobierno del Estado de Tamaulipas, mediante mantas publicitarias adheribles en camiones en rutas de la CDMX, Monterrey y San Luis Potosí y publicidad en las principales avenidas”.
En los siguientes meses las transferencias a la misma empresa se multiplicaron, pero ahora desde una segunda cuenta del Gobierno de Tamaulipas en Banco Santander, en donde estaba depositado el dinero del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa con el que la Federación cubre el sueldo del personal de educación básica.