Don Felipe Espinosa Tecuapetla ingresó a la BUAP hace cuatro años para estudiar Ingeniería en Procesos y Gestión Industrial a los 79 años. Hoy tiene 84 y acaba de recibir su título
Don Felipe concluyó la carrera y aún tiene ánimos para seguir estudiando.
Te podría interesar
La Universidad Autónoma de Puebla recordó la historia de don Felipe, cuando en 2016 se matriculó en la institución, cuando se dio a conocer su historia como el estudiante más grande en ser admitido.
En marzo del año pasado cuando, Felipe, como un estudiante más, marchó junto con sus compañeros universitarios poblanos para exigir justicia por el asesinato de tres estudiantes de esa casa de estudios.
El abuelito, de 1.59 metros de estatura y que camina apoyado en un bastón carga siempre un costal con sus pertenencias. A pesar de lo duro que significó haber terminado su carrera universitaria nunca dejó su trabajo.
Todavía, vende cebollas, chile, limón y tomates en la Central de Abasto y mercados de Tepeaca y Cholula, en el estado de Puebla.
Hoy ya es un ingeniero. En el camino hubo estudiantes con 60 años menos que no pudieron terminar la ingeniería pero para él, la edad y el trabajo que significa su sustento diario no fue un impedimento.
-¿Qué lo motivó hace cuatro años a estudiar una licenciatura?
-Las cosas están cambiando y nada más se vive una vez
-¿Cuál fue su motor?
-La superación
-Siempre tuvo la claridad que terminaría esta carrera?
-Sí, sí, sí
-¿La tecnología fue un obstáculo para estudiar, realizar y entregar trabajos…
-Nooo. Le tiene usted que echar ganas, como dicen. Si es uno chango viejo hay que hacer maromas nuevas y allí se iguala usted con los jóvenes. La superación del humano está en la mente, es una cosa muy grande la mente.
En abril de 2016, Don Felipe Espinosa, quien en ese entonces contaba con 79 años, fue el aspirante de mayor edad en presentar su esamen de Admisión.
Oriundo de la ciudad de Puebla, de joven fue campesino, después fue obrero y en1962 entró al Ejército Mexicano. Es padre de cinco hijos, uno de ellos, igual que él, es ingeniero.
Su jornada diaria de clases era salir de su casa a las 4:30 de la mañana, tomar dos autobuses y hacer un recorrido de una hora y media a dos horas, de ida, y el mismo lapso de tiempo de regreso.
EL abuelito es viudo y vive solo, pero con orgullo él dice que nunca se ha sentido solo:
"Ya no estoy más solo, por todas partes me saludan. Ser egresado de la BUAP es un gran orgullo, hay que portarse a la altura: con respeto, siempre derecho”.
El rector de la universidad poblana, Alfonso Esparza Ortiz, felicitó al abuelito, a quien reconoció su esfuerzo y disciplina diarios.
Para don Felipe Espinosa Tecuapetla su paso en la universidad lo considera como “inolvidable”, por eso, repite:
“Nada me va a detener, haré mi solicitud para seguir estudiando”. Hace una pausa, corrige: “Sólo la muerte”.
Don Felipe es ahora un orgulloso universitario, quizás, el graduado más longevo del país