Al menos mil millones de pesos sería produto de presuntos sobornos además de adquisición de casas, departamentos y terrenos paganos instantaneamente, tranferencias bancarias a varias compañías presuntamente fachada, personas consanguíneas cercanas a los exadministradores usados como prestanombres, apuestas en casinos y supuestos nexos con el crimen organizado son algunos de los crímenes que se investigan actualmente.
La Unidad de Inteligencia Financiera rastrea diferentes presuntas operaciones ilícitas pues al revisar las finanzas de varios oficiales de comercio exterior aduanales que fueron denunciados penalmente ante la FGR por delitos de lavado de dinero y actos de corrupción.
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La UIF advierte que las operaciones inusuales en el entorno a los administradores serían resultado de “delitos predicados” o previos. En concreto: presuntos sobornos por haber permitido actividades ilícitas en las aduanas que tenían a su cargo, y que van desde contrabando o huachicoleo, hasta posible narcotráfico, tráfico de armas y de personas.
Tras denuncias e identificar los inusuales movimientos financieros las cuentas bancarias de los exadministradores fueron congeladas a solicitud de la Unidad de Inteligencia Financiera. De inmediato los servidores públicos señalados en la investigación fueron removidos de su cargo en las aduanas mexicanas.
El cártel aduanal en Tijuana, Tecate y Mexicali
La UIF denunció penalmente a los administradores de las aduanas de Tijuana, Eva María Viridiana Soria Amador; de Mexicali, Raymundo Humberto Jiménez Lázaro; y de Tecate, David Pérez Tejada Padilla. Todos fueron separados de sus cargos a finales de diciembre pasado.
“El 70% de las armas que llegan a nuestro país tiene que ver con los ingresos vía Estados Unidos. Y entran a través de mecanismos como por ejemplo autos chocolate en Mexicali.”, dijo Santiago Nieto.
Tamaulipas: “huachicol” y corrupción
La UIF denunció penalmente a Ricardo Díaz de la Serna García, Jesús Eduardo Mucharraz Herrera y José Luis Avendaño Salinas, que estuvieron como administradores de las aduanas de Nuevo Laredo, Matamoros y Reynosa, todas en Tamaulipas. En todos los casos se encontraron operaciones inusuales que podrían representar lavado de dinero.
En una hipótesis, autoridades federales han establecido que en el caso de Tamaulipas los pagos de los presuntos sobornos serían para permitir otros presuntos actos de corrupción, el ingreso de combustible desde Estados Unidos a México sin cubrir los impuestos correspondientes. Esto para luego revender dicho combustible a precios inferiores en territorio nacional.