La fiscalía General de la República pidió este miércoles a un juez federal imponer prisión preventiva justificada al ex director de Pemex, Emilio Lozoya, involucrado en el caso Odebrecht, pues consideran que cuenta con los recursos suficientes que le ayuden a evadir la justicia.
Mientras que el juez federal Artemio Zúñiga acordó ampliar el plazo de la investigación complementaria por 30 días, el fiscal federal Manuel Granados Quiroz solicitó modificar la medida cautelar, diciendo que Lozoya posee una cuenta de dos millones de euros en Liechtenstein, la cual podría utiliza para emprender la huida del país.
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El funcionario de la FGR y el representante de la Unidad de Inteligencia Financiera, Antonio López García, increparon al ex director de Pemex su cena en un lujoso restaurante de Las Lomas, considerándola impropia y una burla para las autoridades.
"Se encontraba en un restaurante, no se ajusta al comportamiento de una persona sujeta a proceso penal y, si bien no tiene un impedimento, su presencia en el restaurante es una provocación a las instituciones públicas", dijo López.
"Ha sido interpretado por la ciudadanía de que ciertas personas imputadas en casos sensibles pueden obtener unas medidas cautelares y otras no, él tenía la obligación de un comportamiento diverso al que ha venido reflejando".
De acuerdo con el fiscal federal, la pena de Emilio Lozoya sería de 12 a 35 años de prisión por lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa, lo que es un incentivo suficiente para justificar la prisión preventiva justificada.
Además resaltó que posee los recursos suficientes para salir de México y su cena con empresarios es una muestra de las conexiones que posee y que podrían auxiliarlo.
El fiscal también señaló que Lozoya no ha hecho nada por reparar el daño de 7 millones 385 mil dólares, lo cual es un requisito indispensable para poder negociar un criterio que le permita inmunidad penal.
"Su actitud ha sido evasiva, grosera (...) no ha manifestado su intención de reparar el daño y no es posible en esas condiciones un criterio de oportunidad, al no reparar el daño, sólo ha logrado que el proceso se haya alargado de manera injustificada, por eso es que estamos ante una necesidad de cautela muy elevada", dijo Granados.
Durante la audiencia por el caso Odebrecht, Emilio Lozoya se ha mostrado por momentos nervioso y a ratos con risas de desdén a los fiscales federales.