Existe la creencia de seres sobrenaturales no sólo en los mexicanos, sino en todo el mundo, y en el Cerro del Elefante, ubicado en el municipio de Ixtapaluca, es conocido por sus leyendas de brujas chupa bebés, que lo convirtieron en un sitio mítico y temido por los pobladores de la zona oriente del Estado de México.
Aseguran que en el lugar, donde incluso hay vestigios arqueológicos, existen más de 10 cuevas donde se esconden decenas de brujas que subsisten de “chuparle” la sangre a los bebés.
En los pueblos originarios de Chalco, Ixtapaluca, Cocotitlán y Tlalmanalco -cercanos a la zona- las mujeres embarazadas o que acaban de dar a luz colocan tijeras en las puertas, seguros en la ropa y trapos rojos para evitar que las brujas se lleven a sus hijos.
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La gente cuenta que las brujas, de día, son mujeres que conviven con el resto de la población, en su mayoría comerciantes. Aseguran que hay una señora de edad avanzada que recorre a diario las calles del pueblo de Tlapacoya, el más cercano al cerro, y carga una canasta llena de verduras y frutas frescas que ofrece a los habitantes.
Al concluir su jornada laboral camina entre los arbustos de la zona cerril y desaparece, se dice que es una bruja. Ella se adentra en el lugar para resguardarse en una de las cuevas y salir más tarde para robarse a los bebés y alimentarse.
La población recuerda que en el pueblo de Ayotla, municipio de Ixtapaluca, en los años 60 una familia organizaba la fiesta de cumpleaños de un niño de 7 años, cuando su hermana de apenas 3 meses de edad desapareció y días después fue localizada en un barranca ?chupada por una bruja?.
“Yo era niña cuando pasó eso, el pueblo era chiquito, había poca gente y la mayoría estaban buscando a la bebé, nosotros la conocíamos porque su mamá era amiga de mi mamá, ya de tanto buscarla la encontraron en una barranca y dicen que estaba como con chupetones o moretones, de que la había chupado la bruja”, aseguró Martha quien habita desde hace 70 años en el pueblo.
Tal es el asombro sobre estas leyendas que las mujeres de Cocotitlán y algunas comunidades de la región de Los Volcanes son señaladas como brujas y familias de municipios aledaños evitan que sus hijos contraigan matrimonio con las “brujas''.
“Se quedó el dicho que no te cases con una de tal lugar porque son brujas, para las abuelitas o personas mayores siempre dicen eso, erróneamente tienen la creencia de que de verdad son brujas”, agregó Guadalupe habitante de la comunidad de Tlapacoya.
Incluso aquellos que no creen toman sus precauciones y “por si sí o por si no” siempre siguen las recomendaciones para evitar a las brujas, que además cada madrugada al parecer, se observan en la punta del cerro del Elefante en forma de bolas gigantes de luz.