La desesperación porque se les cae el negocio lleva a los traficantes de indocumentados a idear tácticas más arriesgadas para burlar a las autoridades estadounidenses, y poder internar a los extranjeros al norte del estado o del país.
El peligro los corren las personas que ilegalmente ingresaron al país, enclaustrados sin ventilación en verdaderas trampas, como son falsas paredes dentro de las cajas tráilers, encerrados bajo pisos de plataforma, con tablones atornillados desde el exterior o moviéndolos cientos de yardas desde el río, por el sistema de drenaje sanitario o pluvial, infestados de víboras, escorpiones y otras alimañas o animales peligrosos.
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Este 1 de julio siete indocumentados, entre ellos una mujer, fueron rescatados bajo el piso de una plataforma, iban ocultos, sin manera de salir por sí solos, el “coyote” o traficante chocó la camioneta que conducía, con la cual estiraba el remolque plano, fue en la milla 32 la carretera interestatal 35, tres millas al norte del punto de revisión de la Patrulla Fronteriza.
Samuel Quintanilla, Jefe de División de la Patrulla Fronteriza Sector Laredo, dijo que debido a la dureza de la vigilancia, los delincuentes idean medidas más peligrosas, todo ello exponiendo más y más a los extranjeros que deciden ir a Estados Unidos.
Las cifras de cruces en la frontera con México, han caído estrepitosamente, en junio apenas si fueron 6 mil 070 aseguradas, cuando que otros años eran decenas de miles los indocumentados que contrataban a las bandas de delincuentes para que los trajeran al interior de la Unión Americana.
Esto hace que cada cruce y transporte, sea más riesgoso, por la forma en que es llevado a cabo.