La parte baja del Bravo, el tercer río más largo del país y fuente crucial de agua potable para más de 2 millones de personas a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, ha sido nombrada en la lista de los ríos, la quinta más amenazada de Estados Unidos de 2025 de American Rivers.
Tricia Cortez, directora ejecutiva del Centro Internacional de Estudios del Río Grande (RGISC), dijo que el río enfrenta crecientes amenazas por la escasez de agua, la mala gestión hídrica, infraestructura obsoleta e inversión federal insuficiente para su salud a largo plazo.
El Bajo Río Bravo, que se extiende desde Del Río, Texas, hasta el Golfo, pasando por Laredo, abastece el 100 por ciento del agua potable de decenas de ciudades a ambos lados de la frontera y sustenta comunidades rurales y urbanas, granjas, fauna autóctona y tradiciones culturales, explicó.
Mencionó que existe también un creciente impulso entre las comunidades fronterizas para reconectarse con el río Bravo.
“A pesar de ello, sigue siendo una de las cuencas fluviales principales menos financiadas y más olvidadas de Estados Unidos. Los caudales se han reducido en más de un 30 por ciento en las últimas décadas, según los últimos datos de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).
Hoy en día, menos de una quinta parte del caudal del río llega al Golfo”, aseguró. “Apoyamos la mayor atención prestada al Bajo Río Bravo, ya que nuestra agencia está comprometida con la protección de esta crucial cuenca fluvial y de las comunidades que dependen de ella.
Recientemente negociamos el Acta 331 con México para mejorar la fiabilidad y la previsibilidad del suministro de agua del río Bravo, y la aplicación de un enfoque científico colaborativo para comprender el pasado, el presente y el futuro del río que ayudará a los usuarios a prepararse para la reducción de caudales”, declaró la doctora Maria-Elena Giner, P.E., comisionada de la Sección Estadounidense de la Comisión Internacional de Límites y Aguas.
“Un río que sustenta comunidades ricas y diversas, una economía agrícola invaluable y un importante hábitat para la vida silvestre está desapareciendo ante nuestros ojos”, manifestó Matt Rice, director regional del suroeste de American Rivers.
“El Bajo Río Bravo está en crisis, y es hora de que el gobierno federal lo trate como tal”, expresó Martin Castro, director de Ciencias de Cuencas Hidrográficas del Centro Internacional de Estudios del Río Bravo (RGISC).