En tiempos de dificultades y diferencias políticas, la ceremonia del Abrazo a mitad del puente internacional Juárez-Lincoln representa la oportunidad de demostrar que los Dos Laredos son ejemplo de unidad, fraternidad y hermandad.
Durante los últimos 127 años los directivos de la Asociación para el Natalicio de George Washington han enfatizado la importancia de estrechar los lazos de amistad entre dos ciudades y dos países que, más que separados, están unidos por un río.
La ceremonia que se realizará el 22 de febrero próximo a mitad del Puente 2, y será protagonizada por cuatro niños, dos de Estados Unidos y dos de México, quienes, al fundirse en un abrazo, demostrarán que la historia de hermandad puede más que la política que divide.
Los Niños del Abrazo en representación de Estados Unidos son Zelie Evangelina Martínez y Rodrigo Neira. Los niños representando a México son María Fernanda García y Tiago X. Fernández. Tras ellos, vendrá una cascada de abrazos fraternos encabezados por Carmen Lilia Canturosas, alcaldesa de Nuevo Laredo y por el doctor Víctor Treviño, alcalde de Laredo.
Para Carmen Lilia este será su cuarto abrazo. mientras para el doctor Treviño será el tercero y ambos demostrarán una vez más que los Laredos están unidos y dispuestos a trabajar juntos para enfrentar cualquier reto ya sea político, de salud o económico.
Estos dos personajes ya enfrentaron juntos crisis como la del Covid-19, tormentas que dañaron el puente del Comercio Mundial y ahora se preparan para hacerle frente a la posibilidad de un muro que pretende construir el presidente Donald Trump, así como a las acciones migratorias drásticas del gobierno de los Estados Unidos. Antes, los Laredos resistieron devaluaciones, recesiones económicas y otras dificultades que si bien fueron complicadas, sucumbieron ante la poderosa hermandad de estas ciudades.
El orador especial de la ceremonia del abrazo será el diputado estatal del Distrito 42, Richard Peña Raymond, un político que cree en la cooperación y en la importancia de las buenas relaciones entre las dos ciudades, los dos estados y los dos países que comparten una rica historia binacional.
Laredo y Nuevo Laredo tienen las mismas raíces, nacieron de las mismas familias y están destinados a compartir triunfos y dificultades siempre juntos, tomados de la mano, recordando cada año que esta hermandad comienza