Las amenazas escolares no son una broma y el Departamento de Seguridad Pública de Texas las investiga a fondo, por lo que pide a la gente de la región a que les telefoneé al número 1-844-643-2251 o les envié texto con casos sospechosos al sitio www.iwatchtx.org
“Los menores deben recordar que una mala decisión, como es el no denunciar algo que el chico sabe o escuchó por ahí, puede tener consecuencias para toda la vida”, comentó Erick Estrada Sargento y Portavoz del distrito de Laredo para el DPS.
Y aseveró que en Texas hacer una amenaza contra una escuela es un crimen serio con graves consecuencias, las bromas o falsas alarmas se castigan severamente, no se toman a la ligera.
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El Sargento dijo que esa corporación como todas las policías tratan estas amenazas con la mayor seriedad y urgencia para proteger la seguridad de estudiantes, maestros y personal.
La ley estatal considera que incluso aunque no se lleve a cabo ningún atentado, la sola mención, es un delito grave que puede conducir al arresto, registro criminal permanente, sanción económica considerable y hasta algo de tiempo en prisión.
Y además de las consecuencias legales los estudiantes que hagan estas amenazas pueden enfrentar la expulsión de la escuela, suspensión u otras acciones disciplinarias según las políticas de su centro educativo.
“Las fuerzas del orden en Texas trabajan en estrecha colaboración con los funcionarios escolares para asegurar que cualquier amenaza sea investigada y tomada en serio”, dijo.
Es importante denunciar, hablar y mantenerse a salvo, siempre informar de comportamiento sospechoso.