Un poderoso frente de tormentas se organizaba la tarde-noche del domingo y para el martes podría convertirse por lo menos en depresión tropical y hasta en tormenta tropical e impactar tierras mexicanas y del sur de Texas, incluidos los dos Laredos.
El Centro Nacional de Huracanes seguía de cerca una zona de baja presión atmosférica en el norte del Golfo de México que mostraba un rápido desarrollo y una fuerte concentración de nubosidad capaz de generar poderosas lluvias y vientos con fuerza cercana a la de una tormenta tropical.
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El sistema de tormentas pasó de 10 por ciento de posibilidades la tarde-noche del sábado, a 70 por ciento, la noche de ayer.
“El sistema de tormentas se mueve de 15 a 20 millas (24 a 32 kilómetros) por hora a través de las cálidas aguas del golfo de México y se acerca a la costa del mismo golfo. Podría impactar a partir del martes”, señala un comunicado del Centro Nacional de Huracanes con sede en Miami.
“El sistema puede generar en depresión tropical e, incluso, en tormenta tropical. Las probabilidades son altas, de 70 por ciento para las siguientes 48 horas”, añade el comunicado.
El Centro Nacional de Huracanes dijo que pueden ser necesarias advertencias de tormenta tropical el lunes para partes del sur de Texas y el norte de México, desde Matamoros-Brownsville, hasta los dos Laredos.
Incluso, se considera que el martes la advertencia por tormentas muy fuertes podría alcanzar zonas tan alejadas de la costa como Piedras Negras, Guerrero y Ciudad Acuña, en Coahuila.
El Servicio Meteorológico Nacional de México también lanzó una advertencia por el sistema, aunque en este caso lo hizo llamar “zona de inestabilidad con potencial ciclónico”.
El SMN consideró que el riesgo de un impacto comienza desde hoy y podría durar hasta el martes.
Ambos sistemas meteorológicos consideraron que el impacto es prácticamente seguro, debido a la presencia de un frente frío en el sur de Estados Unidos y un anticiclón en el centro de Texas que evitan que el frente de tormentas avance hacia el norte y lo empuja hacia el oeste, con dirección a la frontera norte de Tamaulipas y sur de Estados Unidos.
Las lluvias, urgentes y necesarias
Con un nivel de apenas 31 por ciento de su capacidad, la presa La Amistad y con 15 por ciento La Falcón, la llegada de las lluvias son urgentes para los dos Laredos y la región. El bajo nivel de las presas, el excesivo calor con más de 60 días con 40 grados centígrados o más y el alto nivel de evaporación hacen que la llegada de este sistema de tormentas sea visto más como bendición que como un desastre natural.
“Ya se terminaron los beneficios de las lluvias, el sol ha secado todo otra vez, nos ha tostado todo el monte. No sabemos que ya están acarreando agua, pero seguramente está pasando pues ya se terminó la bonanza, las presas ya se secaron, ya el agua no está durando. Estamos volviendo a batallar”, dijo Rodolfo Treviño Benavides, presidente de la Asociación Ganadera de Nuevo Laredo.