El patrullero fronterizo Ronald Burgos afronta juicio por el doble asesinato de Griselda Hernández y su bebé Alexander Dominic, en el asiento de su vehículo oficial, el uniformado tenia los teléfonos celulares de las víctimas, los cuales estaban manchados con gotas de sangre.
La escena del crimen fue presuntamente descubierta por Ronald Anthony Burgos Avilés (Supervisor de la Patrulla Fronteriza) más nunca dijo que conocía a las víctimas, mucho menos que tenía una muy cercana relación con ellos, sin especiar a sus compañeros de la agencia federal, ni a investigadores y patrulleros municipales que llegaron a la escena del crimen en la orilla del Río Grande.
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Este miércoles, en el tercer día de juicio en la corte 49 de distrito en contra Anthony Burgos, como presunto asesino de su novia Griselda y de su hijo Dominic, comparecieron entre otros policías municipales, Gilberto Benavides, Alberto Cortez y Angélica Camacho, determinantes en la resolución de la investigación.
Cortez fue el primer policía en llegar a la escena, donde los dos cuerpos fueron hallados y dictaminar que estaba muy contaminada la escena.
Benavides, detective de delitos contra personas quien halló los aparatos.
Y Angélica Camacho patrullera que reconoció a Burgos como sospechoso, pues estaba parado frente a ella en el área del doble asesinato, cuando por radio de la policía municipal, en comunicaciones internas entre investigadores y uniformados mencionaron que un agente federal de nombre Anthony Burgos de tatuajes en ambos brazos, era señalado por los deudos de Griselda, como el sospechoso.
Burgos se acercó muy alterado a la oficial Angélica Camacho quien era uno de los patrulleros que resguardaba la escena del crimen, el federal le dijo a la municipal que él había descubierto los cuerpos, charla provocada por Ronald Anthony en el área del doble asesinato.
Camacho lo tenía frente a sí en el parque Father McNaboe, cuando los compañeros de la mujer policía lo estaban boletinando desde la casa de la víctima en la colonia Dellwood Park, a unas cuadras del macabro hallazgo.
Cortez fue quien circundó el área del crimen con la cinta amarilla y vio que estaba muy contaminada la escena, la dama inmolada había perdido sus tennis, estaba descalza, el niño fue hallado a varios metros de la mamá, el calzado de la mujer estaba en dos puntos muy distantes y había muchas pisadas en el lugar.
Por su parte Benavides dijo que él estaba en la escena y que sus compañeros detectives le mandaron la foto de Griselda Hernández, quien vivía a unas cuadras de donde la hallaron muerta, pero que no la pudo reconocer porque estaba toda ensangrentada, su rostro, cabeza y cuerpo cubierto de líquido rojo, además de que estaba boca abajo.
“Pero ya luego en el cuartel general, revisando las dos camionetas de la Patrulla Fronteriza que nos llevamos para analizar descubrí los dos teléfonos celulares de Griselda”, dijo el investigador Benavides.
(La mamá le daba un celular al pequeño de año y medio de nacido, con el lo entretenía con juegos y videos de caricaturas)
También compareció Elizabeth Marie Stephens, Experta de la firma Motorola de telecomunicaciones y radios, quien descifró las discordancias en tiempo y espacio de las ubicaciones de Burgos.
Respecto a sus llamadas por el radio de la Patrulla Fronteriza y sus momentos en el área del doble crimen, a bordo del vehículo con el aparato de radio, instalado y desde donde hizo uso de él, para reportar dos personas muertas, siendo que eran su novia y su hijo.