En este caliente verano la Policía de Laredo recuerda dos peligros latentes para los niños, el dejarlos dentro del automóvil “por un segundo” aún y con el aire acondicionado encendido, así como su estancia y cercanía con una alberca.
De muerte son ambos peligros, tanto porque mamá y papá no es cierto que tardan “solo un segundo” dentro de casa o en bajarse a una tienda, dejando a los pequeños en el auto con el aire refrigerado funcionado y pese a que el coche sea nuevo, los motores fallan, los autos se apagan y el calor en segundos se vuelve fatal, como tampoco se puede superar la falta de oxígeno bajo del agua.
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“La falta de oxígeno también es en segundos, este deja de llegar al cerebro cuando el chico cae o se va al fondo del agua en una alberca, nadie debe descuidar un segundo a un niño en una piscina, eso es clave y es cuestión de vida o muerte”, dijo Joe Baeza, Detective de la Policía de Laredo.
Y aunque el menor sepa nadar en una alberca, el parpadear una vez y no ver al niño, ya es mucho tiempo, pues además hay factores externos al menor y al agua, le puede caer otro niño encima, él mismo se puede golpear si pega con el fondo o con una pared, si corre, cae, se pega en el piso y se va al agua.
“Recordar que toma 10 minutos en elevarse la temperatura en un carro apagado y con las ventanas arriba, se dispara el calor y se agota increíblemente rápido el oxígeno dentro de la cabina del vehículo, a niveles mortales, igual para niños, que para abuelitos y mascotas”, agregó el policía
Muerte o daño cerebral irreversible, arresto y prisión para el adulto, así como una vida de arrepentimiento para aquel mayor con culpa de haber perdido a sus hijos, su niño, su pequeño ser querido en una alberca o dentro de un automóvil.
Si le confió el niño a otra persona de la familia, llámele por teléfono constantemente para que no se le olvide el infante, ya que puede dejar de vigilarlo en la alberca o dejarle en el auto.
“Y siempre revisar los asientos traseros, vayamos al trabajo, lleguemos a la casa, a la tienda, a donde sea, siempre cerciorarse que el sillón del menor no está ocupado, porque ya lo bajamos o no lo llevamos esta vez con nosotros”, recomendó el policía.
Y en la alberca tener un plan entre los adultos, siempre uno al pendiente de los chicos, la cantidad que sea de menores, si es necesario que dos adultos compartan la vigilancia en una misma familia con más de un pequeño”, concluyó Baeza.