CONDADO DE WEBB

Joven brinda ayuda y apoyo a reclusos y es “El Oficial Correccional Del Año”

Rubén Soria apenas tiene un año y medio como custodio en la Cárcel Regional del Condado de Webb y fue distinguido por su gran labor dentro de la prisión local

Rubén Soria y su orgullosa madre Olda.
Rubén Soria y su orgullosa madre Olda.Créditos: El Mañana de Nuevo Laredo
Escrito en LAREDO TEXAS el

“Trabajar en la cárcel te hace valorar aún más la vida, verla de otra manera, atesorar tu libertad, llegar a tu casa y abrazar a tu bebé, esposa, padres, a tu familia, agradecer a Dios que todos los tuyos están bien y en el camino correcto, pues adentro nos topamos con gente que realmente la está pasando mal y que están arrepentidos de todo o no lo están, ya están mal”.

Rubén Soria, apenas tiene un año y medio como custodio de la Cárcel Regional del Condado de Webb y ya fue reconocido como “El Oficial Correccional Del Año”, por su gran labor dentro de la prisión local, su ejemplar trabajo y también por la atención a los internos, a sus compañeros y a sus superiores, su esfuerzo, dedicación, intercepción de drogas, ayuda a reclusos en peligro, ser una persona que llega primero que los demás y se retira al último del turno, reportes impecables, entre otras actuaciones muy positivas suyas que los demás notan, jefes y colegas suyos, quienes le eligieron como el mejor del año.

Acompañado de su orgullosa madre Olda Soria, Rubén afirma que quiere llegar muy lejos como agente de la ley, quiere ser patrullero, investigador y capitán, hasta llegar al tope, siempre escalar posiciones como agente de la ley.

“Me ha servido mucho el ser celador dentro de la cárcel, para conocer de todo, aprender, tomar experiencia, pasaré por todas las etapas, cada día aprecio mucho mi trabajo, lo que estoy haciendo, la enseñanza que me deja la prisión es mucha”, dijo quien tiene 28 años de edad, estudios de Justicia Criminal en la Universidad de Texas AyM en Kingsville, pero lo más importante, que tiene un bebito de un año y una esposa, como también a su madre, su familia inicial de hijo y hermano.

Muy seguido dobla turno o alarga su periodo regular que es de 8 horas, se queda turnos de 12 y hasta 14 horas, siempre con mucha actitud, gran dedicación, pese a separarse de su familia por más tiempo.

“Es mi preparación, además me da la oportunidad de valorar lo que estoy viviendo, de saber vivir en el peligro y de cómo cuidarme y cuidar a los nuestros, saber actuar entre gente que puede significar una amenaza, porque sí los hay, enseñarme a cómo tratar a los que están ya tocados por las drogas, que no entienden razones, gente que a decir por los delitos cometidos, no tienen ninguna consideración, ni aprecio por nada o nadie, eso me servirá como policía en las calles”, concluyó “El Mejor Carcelero Del Año”.