No se cumple ni el primer trimestre del año y ya van 16 muertos por sobredosis en Laredo, Texas; todo el 2022 fueron 40, así que todo indica que este 2023 se superará tal cifra, en mucha culpa por el fentanilo, droga que no tiene olor ni sabor ni se puede sentir. Los adictos no la detectan, mucho menos los nuevos consumidores.
"Con el fallecido de este jueves son 16, el fentanilo está causando estragos, la educación en casa es básica para combatir la adicción a todas las drogas incluida a esta tan tóxica y hasta fatal, nuestro trabajo como policías es luchar duro contra el tráfico de drogas y el narcomenudeo, estamos atrapando a muchos criminales, pero los padres de familia deben hablar con sus hijos, sobre todo con los no adictos, menores que no deben empezar en esto de las drogas, con o sin fentanilo”, dijo Joe Baeza, Detective y Vocero de la Policía de Laredo.
Agregó que la mayoría de las muertes son de personas ya maduras, gente en edades de 30, 40 y 50 años, de todos los estratos sociales, personas adictas de muchos años, pero que al parecer, no saben que la usual dosis de heroína, cocaína o metanfetaminas que van a consumir ese día, como regularmente lo hacen a diario, esta vez contiene el fatal fentanilo.
El fentanilo cobró 107 mil muertes tan solo el año 2021 en Estados Unidos, ahora ha aumentado esta cifra, en 2022 y 2023, cada día suceden 150 fatalidades en la Unión Americana.
“Son adictos que usan drogas a diario, cierta cantidad, pero ahora no saben que la que les vendieron está mezclada con Fentanilo y que esa será su última ocasión, casi siempre son drogas inyectables”, comentó Baeza.
Está sucediendo en Laredo la revoltura no revelada del narcótico con otras drogas, los delincuentes están mezclando esta potente droga que es 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más que la morfina, para envolver más pronto a sus clientes, tenerlos tras de sí desde la primera dosis, atrapar de una a quien se atreve a dar el primer paso en el mundo de las drogas.
Dos granos de sal convencional o de arena, esos dos puntitos que todos conocemos, es el equivalente a 2 miligramos de Fentanilo, algo ya muy propio para una dosis que puede ser mortal, no sabe, no huele ni se puede detectar, mucho menos entre todo el polvo de una línea de coca o de “krystal” ni en la “gota” de goma oscura de la heroína.
“Eso hace que las muertes por sobredosis se multipliquen, los consumidores ni siquiera saben que su cocaína, metanfetamina o heroína habitual contiene esa droga, por eso ya no vuelven en sí, debido a la hipoxia o falta de oxígeno al cerebro, la persona que ingiere fentanilo, respira muy poco o casi nada, se puede detener la respiración, la persona muere ya que su cerebro no recibe oxígeno, todo se detiene, pierde la vida”, concluyó Baeza.