Las autoridades de salud monitorean a diario las aguas negras de las plantas locales para revisar la carga viral de Covid-19 y determinar si el virus representa un peligro mayor o los casos se mantienen bajos.
“Por ahora el nivel es de bajo riesgo en la ciudad, las pruebas que hacemos a diario en el sistema de aguas negras nos indica que la carga viral está baja y esto se traduce en pocos casos”, expuso el doctor Richard Chamberlain.
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El director del Departamento de Salud agregó en las pruebas de aguas negras se verifica el riesgo viral en partículas por litro y el riesgo se determina mediante una fórmula establecida por los Centros de Control de Enfermedades (CDC) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
Desde el 2020, cuando la pandemia atacó con fuerza en el país, la EPA comenzó a realizar pruebas en aguas residuales para medir la carga viral.
Cuando las personas infectadas van al baño expulsan a través de las heces fragmentos del SARS-CoV-2, virus que causa la enfermedad de la Covid-19, y el material genético del microorganismo viaja a través de las aguas residuales.
Allí se recogen las muestras que luego se analizan en un laboratorio con una prueba PCR (RT-qPCR) para confirmar la carga viral. Las pruebas son tan sensibles que el virus se puede detectar aun cuando las heces se diluyen con agua fluvial o efluentes industriales.
Gracias a esa alerta temprana, los responsables del área de salud pueden hacer una evaluación rápida de la situación y tener el tiempo suficiente para reaccionar.