Una pequeña salvadoreña, de 10 años de edad, fue dejada en la orilla norteamericana la noche del lunes, ya que el grupo de inmigrantes regresó a lado mexicano a la altura de arroyo Zacate, al ver que los federales se acercaban para aprehenderles.
Un soldado de la Guardia Nacional de Texas, adscrito para auxiliar en sus tareas a la Patrulla Fronteriza, en la vigilancia de la ribera, detectó primero al grupo completo de indocumentados y luego se percató que la pequeña era dejada dentro de las aguas, luchando contra la corriente del río Grande, para alcanzar la orilla y salir del mismo, en lado norteamericano.
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El militar se acercó y le ayudó, luego llamó a los paramédicos de la agencia federal para la cual está asignado, quienes le prestaron primeros auxilios.
Ocurrió casi en pleno centro histórico de Laredo, un poco al este del puente internacional “Juárez-Lincoln”, donde se ubica la desembocadura del arroyo o canal Zacate, entre los barrios “La Azteca” y “Chacón”.
La niña cuscatleca no requirió ni asistencia médica, ni hospitalización, posiblemente de no ser por el soldado, la pequeña no habría podido salir del río Grande.